Mi padrastro fué mi maestro 1 parte - Relatos Eróticos

Mi padrastro fué mi maestro 1 parte

Desde que recuerdo mi madre siempre tuvo distintos maridos, los hombres no duraban con ella en una relación.
Asi que desde muy chica, la veía y oía culiar casi todas las noches. Y eso me hizo despertar mi sexualidad desde muy chica.

Y así llego Juan a nuestras vidas. Cuando yo recién cumplí mis 15 primaveras. 
La primera noche que Juan pasó la noche en casa, fué muy distinto, mamá nunca había gritado tanto de placer con ningún otro como lo hizo con Juan. 
Y pasaron dos meses, y Juan llegó a vivir a casa. 
Y ahí me puse aun más loca, empezé a mirar a espiar a tratar de escuchar, todas las noches, esperaba muy arrecha que ellos empezaran a culiar y yo a tocarme hasta venirme. Y luego a dormir. 
Asi cada noche fue muy placentera, estaba demasiada extasiada con él. 
Hasta que mi madre quedó embarazada, 
Juan empezó a culiarla menos, y yo extrañaba espiarlos, pero en las noches me tocaba sola, pero sentía que me faltaba los gemídos, los gritos y ver a ellos culiar. 
Una noche todo cambió, cuando me desperté sintiendo una mano e  mi coño por encima de la ropa. 
Sentí como el coño se me mojaba toda, sabía que era los dedos de Juan,  pero no me moví ni abrí mis ojos. Solo me dedique a disfrutar sus caricias. Me separó las piernas y podía sentir como me olfatiaba, me corrió el panti a un lado y sentí el primer lenguetazo, y luego uno segundo, y me le corrí en la boca. ...

... 

Ahí sentí que me limpió con su lengua por completo, pensé que se iría pero sentí su pinga en mi coño, frotandose, y yo me volví a encender, y me le volví a correr, recuerdo que yo estaba toda chorriada y tenía la sábana empapada, y luego sentí su leche calentita en mi coño. 
Esa noche dormí hasta el amanecer y seguí mi dia como si no hubiera pasado nada. Esperando que en la noche se volviera a repetir. 
Pero no vino en la noche y lo escuche culiar con mamá, me dormí caliente y enojada. 
Pasaron unas noches más, y mientras dormía volví a sentir sus manos. Esta vez había dejado al aire mis senos y estaba mamandolas yo estaba excitadisima, bajo por todo mi cuerpo con su lengua y volvió a mamarme el coño hasta correrme y el aprovechando sus líquidos empezó a frotar su pinga y de poco e  poco me la fue metiendo yo sentia rico, caliente y un dolor abrí mis ojos y el me dijo se que te gusta por que te e visto masturbate en mi puerta y ahí me la hundió toda. Ahí me la dejo y me dijo no sabía que estabas virgencita, y estas muy rica.
Se costó sobre mí y me beso y nos besamos, yo hasta había olvidado que mi mamá duerme a lado.
Le dije sacalo y menealo más, pero me dijo que no podía porque se le salía la leche.
Esa noche solo me culió casi nada y me tiro la leche y se fue.
Me dejó tranquila por tres semanas, hasta que una noche volvió a mi cama...que contaré en la próxima parte.