La fiesta que cambio el rumbo de mi vida. Parte 2 - Relatos Eróticos

La fiesta que cambio el rumbo de mi vida. Parte 2

Como recordaran, tras haberme vestido como mujer para pagar un castigo que me impusieron por haber perdido en un juego en una fiesta conocí a un hombre como de edad madura, con quien después de haber convivido un rato y haber tomado unas copas me convertí en su novia y también en su mujer. 

          Después de que mi novio me dejo en mi departamento me tire en la cama y me puse a llorar porque pensaba que lo que había hecho no estaba bien, me sentía sucio. Dormí un rato y al despertarme me bañe, inspeccione mi cuerpo y vi que tenía marcas de mordidas en mis pezones, también mis nalgas, muslos y al rededor del ano, tenía morado y también unos chupetones en el cuello. Me vestí como hombre. Tenia muchos pensamientos relativos a lo sucedido, pues pensaba en mi novia, también en que esperaba que no me hubiera visto nadie de mis vecinos con la ropa femenina, que no me hicieran burla en mi escuela y sobretodo en el hecho de haber visto guapo al hombre, haber aceptado y correspondido sus caricias, sus besos, aceptarlo como novio y permitir que me manoseara y cogiera. En medio de esos pensamientos salí a caminar. 

          Mientras caminaba mi pensamiento no cambiaba. Le marqué a mi novia pero sin éxito. Me sentía muy adolorido sobretodo de mis nalgas y de mis senos. Volví a mi depa., y allí me quede el resto del día, nunca me devolvió ninguna llamada mi novia ni me mando ningún mensaje. Tampoco me vino a ver mi novio y sinceramente no se que me interesaba mas, que me llamara ...

... mi novia o que me buscara mi novio.

          Los días siguientes transcurrieron muy rutinarios, despertar, hacer ejercicio, ir a la escuela, hacer tareas, platicar con compañeros, etc., mi compañera de escuela, quien me vistió de mujer no fue a clases. No recibí ninguna llamada de mi novia, tampoco ninguna visita de mi novio. Por mi parte, mis pensamientos seguían inmersos en lo sucedido, lo recreaba una y otra vez y sentía que extrañaba más eso que a mi novia. Me sentía desesperada y deseosa de volver a vestirme de mujer, ver a mi novio y porque no decirlo, ser disfrutada y poseída sexualmente por el.

          Fue hasta un viernes de 2 semanas después cuando por la mañana recibí una llamada de un teléfono que no conocía; sin embargo, al responder escuche la voz de mi novio, que me dijo “cómo estás muñeca. Sabes quién te llama”, como respondí que no, me respondió “soy Ricardo tú hombre. No he podido ir a verte porque tuve unos imprevistos pero quiero verte, necesito ver tus piernas bonitas y comerte a besos y caricias. Paso por ti a las 7 de la noche y platicamos. Ve a la estética de Ginna, allí te va a maquillar y vestir, te mando la dirección por aquí, dile que eres mi novia, ella ya sabe”. Yo respondí “si está bien” y me mando la dirección por mensaje.

          Cuando colgamos brinque de alegría, pues quería ver a mi novio. Ese día me salí pronto de la escuela y fui a la estética, busqué a Ginna y le dije que era novia de Ricardo, entonces ella me dijo que la ...