fiesta de halloween - Relatos Eróticos

fiesta de halloween

... sonaron por todo el lugar, sus piernas ya no pudieron sostener su cuerpo y cayó al piso la imagen sensual de su cola ligeramente levantada destacaba por cualquier otra cosa, me agache y levante su cadera y retire su vestido, su hermoso culo con aquella tanga adentro era una imagen inolvidable, le tome un par de fotos y Lorena me reclamo

Lorena: acaso no te has cansado ya de humillarme, todavía debes de sacarme fotos de mi trasero
Yo: esa es tu culpa por tenerlo delicioso, te empeñaste de tener el culo perfecto y ahí están las consecuencias
Lorena: eres un naco lo sabes
Yo: si pero uno que te acaba de arrancar el mejor orgasmo de toda tu vida o me equivoco Lorenita
Lorena: idiota, si pudiera defenderme no habría sido tan fácil tomarme, además me drogaste por eso estoy así
Yo: la droga nada tiene que ver con tu nivel de excitación, solo te hace sentir muy débil, te calentaste por tu propio gusto, tengo curiosidad desde hace cuando no coges con alguien, terminaste con tu ex hace más de medio año si no me equivoco
Lorena: eso no te interesa
Yo: a mí no me engañas, desde hace casi un año no te coge nadie, por esa razón terminaste con él en primer lugar, no te tocaba
Lorena: pero como sabes eso
Yo: tus supuestas amigas se han encargado de mantenernos al tanto de tus fracasos y también por ellas me entere de toda tu frustración sexual y también de otra cosa muy interesante
Lorena: cual cosa (me lo dijo llena de miedo, como si ya supiera cual era)

Intento moverse de ...

... aquella posición tan cachonda en la cual la había dejado, pero la tome por la cintura y se lo impedí, siguió intentando pero estaba muy débil y logre dominarla tome sus manos y se las amarre por detrás con una cinta, sus pechos estaban sobre el frio piso de granito, de nuevo lloro y me rogo detenerme, jamás había hecho eso y seguramente le dolería demasiado, si lo prefería podía seguir haciéndoselo por la vagina todo el tiempo necesario hasta quedar satisfecho y ella no se quejaría de nada, pero no me importaban sus palabras solo quería tomar aquella virginidad y nada ni nadie me detendrían en obtenerla, deslice su tanga y moje uno de mis dedos con saliva y se lo metí en su ano, este estaba muy estrecho pero después de varios intentos comenzó a ceder, Lorena gritaba de dolor y me rogaba detenerme, para hacerle pasadero aquel momento mientras metía un dedo en su ano también le metía otro en su vagina así poco a poco la calentura le ganaría, seguí jugando con su estrecho orificio e intente meter dos dedos a lo cual me recrimino, gritaba desesperada y yo solo seguía metiéndolo, cuando al fin su ano se acostumbró a este otro intruso se los saque y me levante, mi pene estaba erecto y lo suficientemente húmedo para penetrar aquel estrecho orificio, la tome de la cintura y empuje la punta, al sentir aquello se movió desesperada pero no consiguió nada, yo seguí empujando y ahora ya estaba la mitad adentro, sus lágrimas caían en el piso y seguía gritando por el dolor, seguí empujando y ...