1. EL AMOR FILIAL ME AYUDO A SALIR DE LA DEPRESIÓN


    Fecha: 28/11/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... oreja. Entonces, dejándome llevar y siendo consciente que ella había dejado el balón en mi campo, y aprovechando que su cuello estaba descubierto al tener su cabello recogido en una trenza, comencé a darle besitos en este, avanzando de a poco hasta que nuestros labios se encontraron, juntándolos por unos escasos segundos sin movimiento, apenas pegados, como esperando quien se atrevia a dar el paso siguiente, el cual yo di al agregar movimiento y mi madre respondiendo igual, dejándose llevar y haciéndose un poco mas largo hasta que ella se separo, reforzó su abrazo y me dijo: “besas rico mi amor”. Podíamos sentir el temblor mutuo por la pasión de lo prohibido, y en eso volvi a buscar sus labios los cuales me esperaban con deseo porque esta vez su beso no fue tan prevenido como el anterior, sino mas atrevido si se quiere, y lleno de entrega. A esa altura ya me encontraba empalmado por completo, y perdiendo el control de la razón volvi a agarrarle su cola, acariciándola con desespero mientras mi madre literalmente me devoraba la boca con locura, como si fuera lo ultimo que le quedaba por hacer en la vida. Tan solo tomabamos aire para besarnos el cuello, las mejillas hasta las orejas, para volver con desespero a nuestros labios. Sus labios eran como los hubiera podido imaginar: suaves, calidos y húmedos, como me gustan y en eso había buena conexión con ella. Aun consciente de que estábamos muy expuestos en medio de la calle, recordé que antes de que estuviera la luz en la ...
    ... siguiente farola, había un lote en medio de dos casas adonde me la lleve y nos metimos casi hasta la mitad, pegando a mi madre contra la pared de una de las casas, y seguimos devorándonos de lo lindo y le dije que me había calentado tanto que la deseaba como mujer, a lo que respondio: “ay mi amor, yo también estoy igual y te deseo tanto”. Y era como si con esa confesión mutua, hubiéramos saltado la ultima censura moral para convertirnos en completos amantes. Mientras ella seguía acariciándome la espalda y mi pecho por debajo de mi saco, y solo a veces pasando su mano por mi miembro por encima del pantalón, yo fui mas lejos agarrándole las tetas, las cuales magreaba por encima de su blusa, y como la tenia apoyada contra la pared le mande la mano debajo de su falda y aprovechando que no llevaba medias veladas porque ni a veces puede mi madre darse ese gusto, le sobe el chochito con delirio por encima de su panty, el cual ya estaba estilando liquido, y pude sentir el engrosamiento de sus labios y lo grandes que estaban. Mi madre se dejo hacer con gusto, abriéndose de piernas para que mi mano la recorriera mejor, y empezó a preferir gemidos apagados de lo caliente que estaba. En mi locura humedeci bien mis dedos con sus jugos y me los lleve a la boca, chupándolos frenéticamente y volvi a darle otro beso. Ella ya me sobaba mas seguido mi miembro que me lastimaba de lo empinado que estaba dentro del pantalón, y le pedi a ella que lo sacara, orden que mamá no hizo esperar y con sus manos ...
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