16 Y 17 DE FEBRERO SERGIO Y LOS AMIGOS CARNAVALERO - Relatos Eróticos

16 Y 17 DE FEBRERO SERGIO Y LOS AMIGOS CARNAVALERO

... que tenían. Por el calor y la actividad que estábamos realizando ya no pude aguantar más el darme una ducha, le pregunte a Donald donde podía dármela y sin aspaviento me pregunto si podía enjabonarme, le respondí que por supuesto que sí y de inmediato me llevo a un baño alcanzándome unas toallas, los demás ni se dieron cuenta en ese momento, me quite la ropa y deje la puerta entreabierta a modo de invitación, apenas empecé a mojar mi cuerpo Donald hace su aparición con los demás diciéndome que me tomaba la palabra, me sonreí mientras trataban de ingresar a ese pequeño box de baño, apenas podíamos ingresar tres a lo mucho. La higiene de ellos no les importaba, la que importaba era la mía, cada uno se encargaba de limpiar, enjabonar o acariciar partes de mi cuerpo, mi vulva no dejaba de humedecerse no por el agua sino por mi excitación, cada uno se encargó de limpiarme cuidadosamente mientras disfrutaban de penetrarme vigorosamente, a ninguno le falto limpiar mi colita introduciéndome diligentemente sus dedos, en esta ocasión recuerdo mis gemidos mientras lo hacían. Si bien cada uno de ellos disfrutaron de mi limpieza ninguno había llegado a un orgasmo placentero contrario a mí que ya me habían hecho terminar en dos ocasiones mientras limpiaban el interior de mi colita con un masaje en mi clítoris al mismo tiempo.Si bien les era placentero solo podía satisfacer a dos de ellos por vez así que me pidieron que fuéramos a una cama para poder estar a disposición de todos ellos al ...

... mismo tiempo. Ya en la cama por lo menos todos podían tocar algo de mí, me secaron prolijamente a la vez que sentía sus dedos invadir mi vagina y acariciar mis senos, no demoraron en colocar sus miembros delante de mí para que los motivara con mis labios y mis manos, deliciosas y variadas formas, una gorda sabrosa, otra delgada alargada y palida, con ligera curva hacia arriba y la última oscurecida y venosa, todas de buenas dimensiones no golpearían mi cérvix salvajemente pero las disfrutaría deliciosamente y en esta ocasión recordaría todo lo acontecido y contrario a dentro de la ducha ahora podría satisfacerlos a todos al mismo tiempo, mi vagina, labios y mis manos todas estarían ocupadas al servicio de aquellos cuatro machos. Deseaba que llenasen de leche mi boca y mi vulva al mismo tiempo pero los cuatro se empeñaron en ver mi vagina rebalsada de semen mientras escuchaban los sonidos de sus penetraciones en mi orificio generados por la humedad de mi cuerpo y el semen ya depositado dentro de mí, obviamente quien en mayor cantidad lo hizo fue Leo ya que sentí como depositaba todo su sabroso liquido en el fondo de mi cuerpo. En esta ocasión por la sobriedad de todos alguno pregunto si tomaba algo para no embarazarme, contrario a lo ocurrido la noche anterior donde a nadie le importo, respondí que si para no entrar en detalles, pero dentro de mí me afligía en cierta modo lo indicado por mi médico, la posibilidad de alguna infección, al momento que escribo esto por los exámenes ...