1. La playa


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Intercambios Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Una feliz tarde de verano acudimos a la playa por la tarde y desplegamos las toallas.
    
    No era hora temprana y la gente empezaba a marcharse.
    
    Al lado de nosotros una pareja de chulos de playa con sus marcahuevos nos miraban y provocaban.
    
    Mi mujer que estaba en cueros total y yo también , no hicimos caso a la provocación.
    
    Pero el asedio verbal hizo que ella mirara más de lo debido y su sexo notó un calentón que le enviaban los dos Uno de ellos que le gustaba le alentaba a tocarse un poco para ver el resultado.
    
    Ella me observó y me dijo que les dejara acercarse.
    
    Poco a poco vinieron ambos con las manos en la polla.
    
    Se la meneaban y tanto se acercaron que tocaron nuestras toallas con la mano libre que les quedaba.
    
    Me incorporé porque la escena me recordó mis insinuaciones a veces con ella y la verdad es que yo también estaba húmedo y deseaba ver el desenlace.
    
    Ella los atrajo hacia sí y permitió ver su vagina abriendo sus piernas.
    
    Uno de ellos se lanzó a comerla y allí empezó todo.
    
    Mi polla saltó por los aires. MI esposa comida por dos chulos que le comían , que le besaban y le follaban.
    
    Demasiado pero ella feliz.
    
    Me miraba de vez en cuando y bobo de mi asentía porque me daba placer .
    
    Ella optó por terminar pronto aquella sesión se asedio y con un par de pajas a los dos , se fueron contentos.
    
    Nos miramos , sonrió,charlamos un buen rato y ninguno de los dos entendíamos lo ocurrido.
    
    Ella la ví preciosa y deseé comerla entonces pero me dijo que no .
    
    Más tarde en el hotel me dio cobijo y me contó que lo ocurrido era algo no buscado pero deseado por ambos.
    
    Y que el placer que sintió no sabía la forma de expresarlo, no era por mi sino por ella .Dió rienda suelta a su placer y a ello se entregó.
    
    Ahora somos swinger de verano y tenemos encuentros con parejas lejos de nuestro hogar pero aquello fue la espita que buscábamos en nuestras fantasías.
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