Un pervertido cuento de navidad (2 de 2)
Fecha: 06/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: thescreamline, Fuente: CuentoRelatos
... buscar su celular.
- Tú no hablarás, ¿no? - preguntó.
- Te prometo que no diré nada - afirmé. - Sólo quiero que le digas que lo amas mientras te estoy penetrando.
Javier no respondió. Buscó a Nicolás entre sus contactos y apretó el botón para llamarlo. Luego, se llevó el celular a la oreja.
- En altavoz - le ordené.
Obedeció. Dejó el celular en la cama.
Su marido respondió al tercer tono.
- ¿Hola? - saludó Nicolás.
- Hola, mi vida - dijo Javier. - ¿Qué tal va tu tarde?
Continué con mis movimientos de penetración, lentos para que no hiciera ruido al chocar contra sus nalgas y comencé a besar su cuello mientras le hablaba.
- Bien, estoy esperando a que me hagan las facturas de los pagos y ya quedo libre - respondió. - ¿Sucedió algo?
- No - dijo Javier. - Bueno, en realidad, sí. Estoy caliente y te extrañaba.
Ante sus últimas palabras aumenté más mi ritmo. Nicolás, que claramente no estaba acostumbrado a recibir este tipo de llamadas, demoró un instante en contestar.
- Bien, espérame así que en media hora estaré en casa - afirmó, entusiasmado.
- Te espero, mi amor - susurró Javier. - Te amo, ¿sabes?
- Yo también te amo, mi cielo - dijo Nicolás. - Te haré el amor muy fuerte apenas vuelva.
- ¿Me vas a dar duro? - le ...
... preguntó Javier.
- Te voy a romper todo - prometió su marido. - Te amo. Tengo que colgar.
- Te espero abierto - afirmó Javier.
En algún momento de aquellas promesas de lujuria, yo acabé dentro del preservativo que a su vez estaba dentro de Javier. Cuando cortó la llamada, yo estaba sacando mi miembro del interior de él.
- ¡Oye! - exclamó ofendido. - Ni siquiera me avisaste que lo ibas a hacer.
- Es mejor para ti si todavía no acabas - le respondí. - Así todavía tienes ganas que él esté dentro de ti. Y lo mejor, después de que te abriste por mí.
Lo besé en los labios y me despedí, sin necesidad de agregar nada más.
- Esa noche me escribió diciéndome que lo había hecho también con su marido - le conté a Dorian.
- Tal vez ahora acepte la idea de trío - dedujo Dorian.
- Mejoró la apuesta - le dije. - A los dos días me escribió diciéndome que la próxima vez, quiere que hagamos el amor en alguna parte de su casa mientras su marido duerme en la alcoba.
- Y así, el alumno supera al maestro - se burló Dorian. - Como básicamente me sentí yo al escuchar tu historia.
- Te cedo el timón - le dije. - Puedes volver a ser el Máster ahora.
Sonrió complacido, mientras volvía a recordar qué fue lo que lo llevó hasta allí. Era hora del último acto.