Desafío de galaxias (capitulo 21)
Fecha: 07/12/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos
... entregar a vosotras dos, a Esteban y a Aunie. Por cierto, —añadió mirando a Marisol— me tienes que echar una mano con ella, se niega a recibir nada de ellos. No parece que le caigan muy bien esos… cabroncetes.
—Ya sabía yo que esa niña es de las mías, —dijo Marisol asintiendo con la cabeza, para preguntar continuación—. ¿Y tú por qué no tienes medalla?
—Yo no merezco condecoraciones, —respondió de forma evasiva—. Por cierto…
—¡Serás zorrona! Seguro que has hecho algo para que no te la den, —exclamó Anahis.
—No, no, ¿como podéis pensar eso?
—Porque te conocemos como si te hubiéramos parido.
—¡Qué lista, aquí la monja se quería librar! —exclamó Marisol—. Marión, ponte las bragas limpias que hoy te condecoran, —y mirando a Anahis, añadió—. Primero tráeme a Aunie, y luego a alguno de los cabroncetes.
Al día siguiente, el Fénix partió a primera hora de la mañana y cuatro horas después llegaba a Telesi 2. Desde allí, a través de los corredores subespaciales llegaban, cuarenta y tres horas después al cuartel general en el palacio real de Mandoria.
En una lanzadera, llegó al patio central del palacio, donde la almirante Loewen las esperaba a pie de la escalerilla.
—¿Qué tal el viaje? —preguntó Loewen abrazándolas y repartiendo besos—. Ya he visto que en el otro lado habéis estado entretenidas, en especial la “decapitadota”.
—¡No me lo puedo creer! ¿Cómo ha llegado eso hasta aquí?
—Porque las cosas importantes trascienden, cariño, —respondió Loewen ...
... abrazándola—. Pero eso no es lo peor. Tu padre está cabreado de cojones. Se había tranquilizado bastante pero cuando se enteró que habías combatido con un pretor bulban, y que le habías cortado la cabeza… ¡y con el canto del escudo! Flipó… y en colores. Incluso ha hablado con el presidente Fiakro, que por cierto está aquí, para que te obligue a salir del ejército.
—¡Joder! —exclamó Anahis con los brazos en jarra y visiblemente cabreada—. ¿Y que ha dicho el presidente?
—Nada concreto. Creo que vas a tener que lidiar con los dos, por cierto, no sabía que Fiakro es tu padrino.
—¿Sabes? Solo hay una cosa peor que tener un padre amoroso, y es tener dos, el presidente siempre me ha considerado una más de sus hijas.
—¿Quieres que hable con el presidente? —la preguntó Marisol con evidente preocupación en el rostro.
—No, no. Yo sé como manejarlos. Y no te preocupes, voy a seguir en el ejército. ¡Y cambiemos de tema que no quiero cabrearme más!
—A todo esto, ¿dónde está Clinio? —preguntó Marión mientras subían las escalinatas del palacio.
—No te hemos dicho nada porque estabas en tránsito por los corredores, —respondió Loewen mirando a Marisol—. Hace treinta horas, los bulban han comenzado un avance sobre el sistema Rudalas. Más de 700 naves de las que 70 son transportes de tropas.
—Eso son… más de un millón de soldados, —dijo Marisol parándose en seco ante la puerta principal del palacio mientras su cerebro comenzaba a trabajar a toda velocidad—. Si se hacen con ...