El albañil dotado - Relatos Eróticos

El albañil dotado

Contrate a un albañil por cierto joven para que realizara una ampliación en la casa todo marchaba muy bien pero llego el día que se festejan ( tres de mayo) para que no pasara desapercibido le prepare una comida el por su parte se ausento y regreso con diez litros de pulque me uní al festejo y acepte tomar una vaso de pulque a este se fueron sumando mas ya algo mareada puse mayor atención en su físico, joven, musculoso y con un gran paquete en su entrepierna, me calenté de solo pensar en mamarle la verga y mientras lo hacía pasaba la lengua por mis labios, me moví de lugar y me senté a su lado mientras tomaba mas pulque comencé a pasar la mano por su pierna fue lento el proceso pero ya estaba a punto de tocar su verga y note que el paquete ya era más grande el entrecerraba los ojos creo que esperando que me animara y pusiera la mano sobre su verga y lo hice, dio un gran suspiro y me dijo, hay ceñito ya me calentó y sin mas se saco la verga, fue la verga más linda que había visto grande (24 centímetros) gruesa, cabezona y con las venas bien marcadas, caliente y fuera de control se la fui mamando mientras el sobaba mis pechos por debajo de la ropa me detuve al decirme ...

... ya, ya mejor vamos a coger y ahí en la obra sobre unos cartones después de haberme desnudado me coloco en cuatro y me fue metiendo la verga que entraba sin ningún problema ya que me encontraba muy lubricada aun así pujaba no de dolor el placer era infinito primera vez que estaba recibiendo una verdadera verga, mis orgasmos no tardaron en aparecer uno tras otro jamás había tenido una cadena de orgasmos pero resulto más satisfactorio que el tiempo pasaba y no se venía hasta que por fin sentí como su leche brotaba inundando mi satisfecha panocha
Agotada me quede tendida sobre los cartones boca arriba y aunque ya había terminado continuaba acariciando y besando mi desnudo cuerpo en ocasiones tocaba fibras muy sensibles que me hacían vibrar y gemir de placer, su verga en poco tiempo ya estaba dura y solo separo mis piernas para cogerme otra vez, ya se deslizaba dentro de mí con más facilidad con sus bombeos expulsaba la leche que aun tenia adentro, gemidos, jadeos y ardientes frases acompañaban mis orgasmos, fueron dos metidas de verga que en promedio duraron unos treinta minutos 
Completamente satisfecha y feliz con ese par de cogidas dormí soñando con la verga del albañil