Brenda
Fecha: 30/09/2024,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Karaa, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Siendo sábado, Brenda se encontraba sola en su casa, ya que se hijo había ido a pasar el fin de semana con su padre. Eran pasadas las once de la noche, por lo que Brenda decidió que era hora de cerrar el libro que estaba leyendo e ir a dormir. Dejó el ejemplar que momentos antes veía sobre una mesita, cerca del sillón donde descansaba y se dispuso ir a dormir.
No se había apenas puesto de pie, cuando escuchó que alguien tocaba a su puerta. Le extrañó qué pasara eso a esas horas de la noche. Por unos instantes tuvo algo de miedo, pero fue un sentimiento breve, al escuchar la voz de quien tocaba a esas horas.
- ¡Brenda, ábreme por favor!
Quien gritaba no era otro que un amigo suyo. Y sí, era algo inoportuno que este llegara a esas horas de la noche.
- Por favor, abre, Brenda.
Fue tal el modo que el amigo pedía que le abriera la puerta, que la joven mamá soltera lo hizo. Pero, apenas abrir, el chico no esperó a que Brenda lo invitara a pasar, sino que entró a la vivienda así, sin más.
El amigo la tomó por los hombros y viéndola directo a los ojos, le dijo:
- Por favor, por favor, no preguntes nada, sólo hazlo.
Brenda notó la expresión angustiada de su amigo, por lo que le preguntó:
- ¿Hacer qué? ¿A qué te refieres?
- Por favor – respondió él – no preguntes nada, sólo hazlo.
- Por eso, hacer qué – quiso saber la joven mamá soltera.
- Por favor, chupa mi pene.
Ante tal respuesta, tan inesperada petición, Brenda abrió la boca, asombrada.
- ¿Qué ...
... cosa? – dijo ella – Estás loco. Sal de inmediato de mi casa antes que…
No pudo terminar la frase, pues vio que su amigo ya se había sentado en el sillón donde momentos antes ella había estado y sin más, se había sacado el pene.
- No hay tiempo, entiende, – dijo él – sólo hazlo.
- Lárgate de mi casa antes que…
Brenda titubeó. La quijada y toda ella temblaba. Se rascó la cabeza y tras levantar los hombros y los ojos al cielo, sin entender nada, se dirigió a donde estaba su amigo. Se hincó, miró al chico a los ojos y después al pene de este, que tenía a pocos centímetros de su cara y sin decir más, comenzó a chuparlo.
Mientras chupaba, la joven mamá soltera se preguntaba qué era todo esto. Dirigió la mirada hacia su amigo, a sus ojos. El chico pudo notar el tono claro de estos, miel, casi verdes. Brenda quería una explicación, pero él no dijo nada, sino que permaneció en silencio. La chica continuó chupando.
Tras otros minutos, Brenda volvió a clavar sus ojos claros en su amigo, con la intensión de recibir de él, una explicación, pero el chico no dijo nada.
Brenda se rascó la cabeza. Estaba confundida. ¿Por qué estaba haciendo eso? Además, ella tenía ya veintiocho años y su amigo, apenas veinte.
Por tercera vez, Brenda dirigió la vista hacia su amigo. Su expresión era seria, pues quería saber qué era todo eso. Pero, si su mirada había sido tal, de inmediato la cambió por una expresión de asombro, pues su amigo empezó a eyacular.
Tras soltar todo su semen, el chico ...