fiesta de halloween 2 (karla) - Relatos Eróticos

fiesta de halloween 2 (karla)

... pero en realidad eso deseaba) tú ganas tu venganza pero yo podría ir a la cárcel, no estoy seguro si valga la pena
-Lorena: te entiendo perfectamente, pero si lo hicieras yo estaría muy agradecida contigo (tomo mi mano y me chupo el dedo de en medio de forma cachonda, mientras sonreía coqueta) vamos a tomar algo al rato y platicamos mejor del asunto
Yo: bueno está bien

Mi plan funciono a la perfección, Lorena cayo en mi trampa y se convertiría en mi cómplice para violar a Karla, además ella misma se entregaría a mí, por su absurdo deseo de venganza. Por la noche estuvimos  tomando en un bar, se veía despampanante con aquel provocativo vestido negro ajustado, era corto y con un generoso escote, sus pechos lucían imponentes y sobre todo sus ricas nalgas resaltaban con aquel atuendo, varios en el bar no le quitaban la vista de encima, la devoraban con la mirada, sobre todo cuando se levantaba para ir al baño, cuando caminaba el vestido se le subía por detrás y dejaba expuesta la parte baja de sus nalgas y por el frente, se veía el pequeño triangulo de su tanga roja, eso me excitaba muchísimo y eso quería ella… 
Lorena: y dime ya pensaste en mi propuesta
Yo: ya pero todavía no estoy seguro
Lorena: mira voy a ser directa contigo, si tu me ayudas a darle una lección a Karla, yo voy a ser tuya cuando quieras 
Yo: eso si me gusta, pero no hay ninguna trampa, al rato no vayas a arrepentirte y no quieras hacer nada
Lorena: ya te lo dije, estoy dispuesta a hacer cualquier cosa ...

... con tal de destrozarla, deseo verla completamente humillada 
Yo: está bien, acepto ayudarte 
Lorena: excelente ¿oye no te gustaría ir a otro lado?
Yo: ¿pero a dónde quisieras ir? 
Lorena: pues… digamos, a tu casa
Yo: me parece perfecto
      
No cabe duda de como una mujer puede hacer locuras por sentirse desplazada y por despecho, hace tan solo unos meses me rechazaba sin miramientos y ahora estaba dispuesta a entregarse a mi, con tal de lograr su venganza. La ayude a levantarse de su asiento y salimos del lugar, todos la siguieron con la mirada, perdidos en aquel hermoso par de nalgas tan suculento. Conduje hasta mi casa y una vez ahí la invite a sentarse en el sillón, fui a mi bar y tome el tequila y dos caballitos, estuvimos tomando un par de minutos, donde no podía dejar de mirarla con deseo, me miro coqueta y sin ningún pudor separo sus piernas dejado expuesta su tanga roja, subí mi mano a su pierna y la deslice hacia abajo, acaricie su clítoris por encima de la tela mientras la besaba, ella por su parte se apodero de mi miembro erecto, lo acaricio con delicadeza y deseo, nuestras lenguas se entrelazaban y las caricias subían de intensidad, descubrí sus pechos y mi lengua se apodero de sus pezones, mordí y saboree cada centímetro de ellos, como pudo ella bajo mi cierre y saco mi pene para acariciarlo, hacia movimientos lentos hacia arriba y abajo, yo metí mi mano en su tanga y toque directamente su clítoris con fuerza, pude notar como alcanzo un orgasmo por este ...