Vueltas de la vida - Relatos Eróticos

Vueltas de la vida

... mano tomando una de mis grandes nalgas para guiarme yo sentía su enorme cabeza en el culito como si fuera un enorme hongo para sentarme, pero no para tragármelo, era demasiado grande y mi orificio anal muy estrecho. el con todo el amor del mundo y la paciencia de alguien que sabe que para comer algo delicioso antes lo tiene que preparar y esperar el tiempo suficiente para que se madure lo necesario solo me sentó sobre su pene y ahí me detuvo para que me fuera acostumbrando a la sensación , y me detenía fuertemente con sus fuertes brazos para hacerme sentir segura y así besándonos apasionadamente, no tenía tiempo para pensar en dolor ni en nada que me preocupara , mi culito milímetro a milímetro fue cediendo y relajándose más y más, dilatándose ante el paso de la gran falo cuando menos pensé ya había entrado su cabeza y el como un gran maestro me sostenía para que no fuera doloroso para mí, tardamos como 10 min en dejar que me fuera abriendo como una flor hasta que sentí como los 28 cm de pene estaban en mi interior.

Para mí era sentirme soñada con eso y con los besos que nos dábamos mi hombre y yo, era tan gentil y tan bueno, que yo solo podía corresponder dejando la puerta de mi casa abierta para que el entrara a sus anchas. una vez adentro nos quedamos quietos unos minutos solo besándonos, hasta que me dijo que ahora si empezare a montarte… y así empezó a subirme y bajarme como en tiovivo, en un vaivén interminable que por su gran envergadura no me podía sacar, ...

... pivoteándome como un pistón magnifico no paraba de meter y sacar su gran tolete, con esa fricción, empecé a llorar de dolor puesto que era demasiado y al mismo tiempo un enorme placer, era mucha excitación que hasta lagrimas me salían por el amor que sentía y se convirtió en un gran orgasmo placentero sin límites, no pude contenerme más y acabe primero soltando un par de gotas de semen sobre su abdomen, me dijo que ahora seguiría el que le diera permiso de terminar, subiendo el ritmo de sus acometidas ahora lloraba de dolor , ya que era demasiado, veía como él estaba gozando como maniaco, y trate de aguantar para darle gusto, pero aun así no aguante y le pedí que parara, pero él no me escuchaba…

Marcial alto me haces daño amor! Y él estaba poseído y mi placer se estaba mezclando con dolor y al no aguantar trate de zafarme y el seguía envistiéndome cual toro de lidia quemándome las entrañas de tanta fricción, pero en segundos sus facciones cambiaron de la intensidad a una expresión de asombro y satisfacción abriendo sus ojos y quedando estos en blanco me abrazo fuertemente y penetrándome dejando su tronco hasta el fondo de mi ser , solo atine a percibir como en lo profundo de mi algo caliente era inyectado y como su pene se convulsionaba varias veces inundándome de calor y de mucho placer doloroso lo bese todo lo que pude y el delicadamente me seguía abarcando… nos quedamos así unos minutos, nos soltamos un poco sin salirse de dentro de mí, nos miramos a los ojos y nos besamos de ...