Vueltas de la vida - Relatos Eróticos

Vueltas de la vida

... puse collarcito aretitos pulseras y aproveché y pinte mis uñas… cuando estaba en medio de eso, sonó el teléfono! Eran mis padres el guardia de nuestra casa, me estaba pasando la llamada, me alarme mucho, sintiendo como si pudieran verme a través del teléfono y el guardia también me molestaba hasta en su voz por entrometido hasta había olvidado que existía, sin mencionar que él tenía su casa de vigilancia fuera de la propiedad unidas por una puerta, él estaba ahí cuidando y vigilando. Pero escuchar su voz sin previo aviso me asusto y bueno, por fin me comunico a mis padres.

-bueno bueno, papá?

-hijo, como estas

-bien, gracias y mi madre?

-estamos juntos salimos de emergencia para ver a tu tía Angélica…

Ellos me comentaron que se disculpaban pero que se puso muy mal mi tía Angélica, y querían llegar a verla antes de morir, así que salieron de emergencia, pero que sabían que yo estaba bien, y que sabían que en la cocina había suficiente comida, y que tratara de preparar mis alimentos yo solo aunque no estuviera acostumbrado, que ya era hora de aprender, yo aún, no les decía que estaba fuera de nuestra casa que dormía en casa de las chicas de servicio y que había tenido que hacer algunos cambios para sobrevivir, en cuanto le trate de decir a mi madre lo enojado que estaba por no dejarme las llaves de la casa, menciono algo que me enojo más. Que el guardia se había quedado con las llaves de la casa para que yo abriera, cosa que él nunca me dijo, sin embargo ahora ...

... yo estaba vestidita de nena a la mitad de terminar de pintar mis uñitas, creí que ya no tenía caso decir nada aunque yo sabía que esa acción del guardia se debía a que se estaba vengando por mi conducta para con él. Eso ocasionaba que yo no pudiera pedirle ayuda en lo absoluto.

Me comentaron también que se quedarían lo suficiente para que se mejorara, o cualquier otro fin que ella tuviera, que ellos se mantendrían en contacto y esperaban no se alargara el tiempo más de una semana.

La semana transcurría y yo simplemente estaba disfrutando de una manera diferente de estar en mi casa, aunque para el cuarto día ya necesitaba algo más de comida y para ser claros, también contacto físico, ya que no podía salir a la calle con ropa de damita, así que el destino es curioso y aunque el señor guardia se mantenía en su casa externa, comencé a pedirle de favor que me trajera de la tienda cosas, se lo pedía por teléfono de la manera más amable posible dentro de lo que me permitía a mí mismo al sentir odio por él Y el simplemente me traía lo solicitado, dejaba en la puerta de su caseta las cosas en una caja, puerta que siempre estaba cerrada para mi tranquilidad de esa manera ni yo lo veía a él ni el a mí, eso fue cómodo al principio, hasta que el 5 día estaba dándome un baño en la piscina y mientras nadaba me di cuenta que entro al salón donde esta se encuentra, yo estaba dentro del agua y ese día traía puesto un traje de baño de una pieza de los que mi madre le regalo a Aurora, y ...