Carmelo me acostumbra a su herramienta - Relatos Eróticos

Carmelo me acostumbra a su herramienta

Soy Denisse ahora tengo 35 años soy tv de closet totalmente pasiva, esbelta, delgada peso 73 kg y mido 1.75 siempre he ido al gimnasio entonces tengo buen cuerpo o al menos eso me dicen los machos con los que he estado. 

Veo les gusto mucho mi primer relato por eso ahora les voy a contar más de las experiencias que tuve con Carmelo el novio de mi muchacha Mary, como ya les había dicho mi muchacha me preparaba y ella también para que por las tardes estuviéramos listas para la llegada de su novio, me regalo un perfume de esos baratos que ella usaba y antes de la llegada de él me lo ponía en mi cuerpo, empezó a usar zapatillas de diferentes tipos solo después de las cinco de la tarde y también medias más exóticas y de diferentes diseños. 

Recuerdo un día me pidió la acompañara al mercado y fuimos a una tienda que yo veía mucho donde vendían lencería, trajes y disfraces, así como medias y diferentes prendas muy bonitas, ella compro varias cosas y mis papas le habían dejado dinero para que me comprara alguna golosina y ella me dijo si quería unas para mí, eso me gustó mucho.

Elegí unas pantimedias rosas opacas y un vestido azul de lentejuelas, todo con mucha pena la vendedora sonrió se acercó a mí y dijo “tranquila te veras muy bonita” Mary me guiño el ojo y al odio me susurro “a Carmelo le va a encantar verte con eso puesto” y seguimos comprando cosas del mandado. 

Esa tarde Carmelo llegó muy puntual como de costumbre Mary me puso mi perfume y él ordeno subiera al ...

... cuarto de la azotea, esa vez él iba muy sudado pues comentó había descargado un camión de grava, Mary le dio la ropa que me había comprado delante de mí subimos juntos camino a la azotea cuando me dice “Como esta mi Denisse ya le hace falta su leche?” sonreí y asentí ansiosa con la cabeza, llegamos y sin dudar me vestí con las prendas que compramos y me puse las zapatillas esa vez me puso una diadema de brillos muy bonita, no llevaba dulces parecía algo enojado. 

Se sentó en la colchoneta vieja, y me pidió le modelara me puso las zapatillas plateadas me veía muy bonita y putita, mi cosita reaccionaba quería erectarse pero las prendas tan ajustadas no se lo permitían mientras Carmelo con su vergota de fuera, se le veía deliciosa brillosa, imponente, muy grande e hinchada, no tuvo que pedir nada yo solita me hinque a oler y lamerle los huevos, mientras lo hacía Carmelo se masturbaba y me decía “Que buena puta eres”, yo gustosa admiraba y atendía su herramienta.

Me pidió me pusiera de perrita así vestida en la colchoneta mientras me pasaba la verga por el culo por fuera de las prendas se sentía muy rico como ese macho me hacía eso, ya que la tenía más dura y casi por explotar me dio una senda nalgada que casi lloro y. me grita “Aguanta perra, vamos para abajo” yo muy ansiosa le respondí triste “Y tu leche?” a lo que se empezó a reír muy fuerte y respondió “Ahorita te la vamos a dar” y ese día me bajo cargando así vestida hasta el departamento, en la otra mano llevaba mi ropa ...