1. Mis inicios.2


    Fecha: 11/12/2018, Categorías: Transexuales Autor: su19sev, Fuente: xHamster

    ... mi raja deslizaba sobre su capullo, pero en la subida su..su cabezota se clavaba entre mis nalgas y me empujaba hacía arriba.Yo empezaba a disfrutar ese roce, sintiendo su capullo deslizar desde la parte de debajo de mi rajita hasta casi la mitad, hasta la altura de mi hoyito. Sintiéndolo empecé a imaginarme como era, lo veía gordo, ligeramente ahuevado, brillante, terso, de piel suave pero firme, rojizo más que rosado, mirándome con su ojito en el centro…Parecía como si ya no estuviese haciendo flexiones, sino acariciando y haciendo deslizar su capullo por entre mis nalgas.-Muy bien nene, así, lo haces bastante bien, muy bien para el primer día, aunque vas a tener que practicar mucho.Ya había perdido la noción de las flexiones, ni siquiera llevaba la cuenta, estaba concentrado sintiendo como su capullo recorría mi rajita, intentando sentir su forma, su redondez, su calor, su dureza, e incluso me sorprendí a mi mismo intentando que se parase justo a la altura de mi hoyito, que, por mi falta de experiencia, no sabía como a pesar de la follada que le habían dado por la mañana, con solo sentir ese rabo cabezón resbalar arriba y abajo, empezaba a palpitar, abriéndose y cerrándose como deseoso y pidiendo que le den más.-Muy nena, ya hemos sudado un poco, para ser el primer día esta bien, pero mañana más, eh? – dijo ayudándome a dejar la barra de mis hombros en su sitio.-Sí, sí, claro, mañana más – dije como respondiendo a una orden.¿Nena?, ¿me había llamado nena? Ya no sabía si ...
    ... era mi imaginación, o realmente me había llamando nena, pero…ya no podía decirle nada, además…no me hubiese atrevido a recriminarle nada, él era el instructor, el monitor del gimnasio, allí él representaba la autoridad, yo no hubiera podido recriminarle que me llamará nene o nena o como me hubiese llamado.-Ahora vamos a la sauna a abrir un poco los poros y relajarnos después del ejercicio.-Vale…aunque…yo nunca he estado en una.-No te preocupes, tú sígueme, es muy relajante.Entramos en una puerta que ponía vestuarios y tenía en la puerta el típico muñeco que representa los hombres como los de los servicios en los bares y todos esos sitios. Era una sala amplia, con bancos de esos que los asientos son tiras de madera y sin respaldo, había taquillas en las paredes para dejar la ropa. En una de las paredes había una puerta o más bien un paso porque no había puerta para poder cerrar que daba paso a las duchas y los lavabos, y en otra pared había una puerta cerrada de madera.Se dirigió directo a la puerta de madera, a la derecha había una estantería con toallas dobladas y colocadas. Cogió dos toallas y las puso en el banco más cercano a la puerta y sentándose empezó a quitarse las zapatillas.-Venga, no te quedes ahí parado, a la sauna no se puede entrar vestido. Desnúdate.-Sí, sí, ya voy.Me senté en el banco de enfrente y me empecé a desnudar mirando y observando como lo hacía él. Primero me descalcé, luego me quite los calcetines igual que hizo él. Entonces se puso de pie. Su paquete ...
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