1. El castillo


    Fecha: 14/12/2018, Categorías: Lesbianas Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... mayor como yo metiéndome en la habitación del señorito, ¿qué va a pensar de mí? Porque yo, señorito Gaspar, soy una persona decente de las de siempre, no era mi intención… ¡por Dios y su santa Madre bendita…!
    
    —”Ya, ya, déjelo estar, no se preocupe, no pasa nada; prepare algo para que desayune mi primo y a lo suyo, ahora le hago bajar”, intentó calmarla.
    
    —”¡Ay, Señor, Señor; como hoy van estos chicos de aquella manera, y una no sabe qué hacer, por eso pasa lo que pasa y pasan más de cuatro cosas…, porque en mi tiempo…”, y traspuso la puerta de la cocina.
    
    Gaspar, riéndose, subió a mi habitación a despertarme, pero cuando me contaba esto ya llevaba más de media hora contemplándome mientras dormía; según me dijo, estaba entre la espada y la pared; la espada era que no quería molestar mi sueño y la pared que durmiendo le había parecido más bello.
    
    —”Tú tienes derecho a mirarme, pero no a enamorarte”, le dije.
    
    —”Eso lo sé, pero entra, lávate o dúchate o haz tu puta gana si quieres, pero baja a desayunar; y te disculpas con Paulina, dice Gaspar mientras yo entraba en la ducha.
    
    —”Claro porque el señorito lo dice…, pobre mujer, si le digo algo se me pone nerviosa…, tú no me has dicho nada, ¿vale?”, y me metí en la ducha.
    
    Al momento se asoma Gaspar y dice:
    
    —”¿Necesita el señorito que le ayude a lavarse?”.
    
    —”¡Vete ya de una puta vez, joder!”, dije riéndome mientras le echaba agua a su cara.
    
    Bajamos a desayunar y nos fuimos a ver gente, amigos de Gaspar en ...
    ... sus lugares de trabajo. Caminar por esas calles ardientes, bajo el sol o buscando la sombra era agotador. Ardía hasta el extremo de ponerme la cara de color encarnado encendido. Notaba el calor en los pómulos que ardían. Estuvimos en el taller de un amigo de Gaspar, Isenio, que era un poco pintor, escultor, dibujante, ceramista…; yo creo que más artesano que artista. Nos ofreció una cerveza que era lo que mejor se podía hacer en ese momento y charlamos casi de todo. Nos fuimos a otro sitio, pero en la calle le dije que preferiría que nos fuéramos a casa y sentarnos para charlar o lo que quisiera. Consintió el bueno de Gaspar e hizo unas llamadas para avisar a su casa que comía en casa del abuelo y a la Paulina que iría allí a comer. Algo debió decirle Paulina porque además de provocarle extremada hilaridad, Gaspar le insistía en que no se preocupara de nada, porque su primo ni se había enterado, y bla, bla, bla …
    
    Todo transcurrió normal, pero comimos pronto y decidimos irnos al río a bañar para ocupar la tarde. Así nos lo pasamos allí hasta las 6 y poco más para irnos a cambiar de ropa y estar a punto para tomar el castillo. Así lo decíamos Gaspar y yo, porque nos parecía que íbamos a tomar el castillo. Ah, vale, habíamos quedado Gaspar y yo en que por la tarde nada de nada, me refiero al sexo, porque luego en la noche había que estar potentes, porque Luis podría prepararnos cualquier cosa inesperada. Así que lo más que hicimos fue nadar y sobrenadar en el agua porque es ...
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