Relatos eróticos esposos cómplices cap 125 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 125

CONTINUACIÓN 

Despertamos el domingo cansados pero sonriendo.

Yo : Alguien está arrepentido por haber cumplido nuestras fantasías o tiene alguna queja o reclamo  ?

Todos respondieron que NO.

Yo : Entonces los invito a cenar .

Nos bañamos los tres en la ducha.

Elva : Papá, tu vergota se ha cachado anoche a unos verdaderos mujerones.

Papá : Pero no se compara con tu boquita, culito y conchita, que se a cachado a 21 marineros con tres polvos cada uno y con vergas de todos los tamaños y en todas las poses. 

Yo : Y por todos sus huecos. Pobre culo.

Elva : Pero tú no te puedes quejar, por qué con tú 
vergota has roto un pito.
Amor, te gustó la negrita ?

Yo : Fué fenomenal, cómo quemaba su cuerpito y más por dentro. 

Elva : Parece qué todos los negros queman, por qué a los marineros negros también les quemaba la verga.

Papá : Su raza es caliente y  por éso son buenos cacheros.

Regresando de cenar.

Papá : Bueno, yá nos dimos gusto, ahora voy a buscar una carga para llevar a ésa provincia y en el camión nos vamos los tres.

Ok dijimos y llevamos nuestra vida normal, hasta qué a los 30 días mi papá me dijo qué pidiera permiso por 10 días en mi trabajo y que nos alistemos para salir en una semana.

Fueron 3 días de viaje como camioneros durmiendo y cachando a la orilla de la carretera.

Llegamos una mañana y después de entregar la carga nos alojamos en un hotel y como siempre, según mi papá, a los camioneros les ofrecen de todo, desde ...

... un alfiler hasta a su mujer.

Desayunamos y mi mujer iba mirando a las chicas, para ver si alguna se parecía a ella. Caminamos después por el centro, por la plaza hasta qué nos dió la hora de almorzar.

Papá : Hija, yá encontraste a la elegida ?

Elva : Aún no papá.

Papá : Tómate tu tiempo y elige con calma.

Terminando nos fuimos al hotel y mi mujer algo desanimada, por no encontrar a nadie parecida a ella, no hablaba. 

Elva : Creo qué nuestro viaje a sido en vano.

Papá : Hija, mañana nos vamos más adentro, puede ser que allí encuentres.

Por la mañana salimos en el camión y después de recorrer por trocha unas 4 horas, llegamos a un pueblito sin vida.

Vimos gente más pobre qué nos movió el alma, comprando todo lo que nos ofrecían para ayudarlos.

Caminamos por ésas calles sin cemento casi todo el día y cansados decidimos quedarnos en un hotel por ésa noche.

Para animar a mi señora, la besamos, acariciamos hasta arrecharla y después qué nos chupó la verga le hicimos piernas al hombro logrando sacarle 3 polvos cada uno antes de vaciarnos y quedarnos dormidos.

Al despertar seguimos caminando viendo todas las caras de las chicas, había una qué otra parecida pero no llenaba nuestra idea, almorzamos y seguimos buscando por la tarde y cansados cenamos decepcionados con nuestra búsqueda yéndonos a 
dormir. 

Por la mañana partimos a la capital desanimados, más qué nada mi mujer, por que venía con su ilusión muerta, pensando que ahora no quedaba otra ...