1. Relatos eróticos esposos cómplices cap 128


    Fecha: 02/11/2024, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... presos.
    
    Comieron como hambrientos y a las 2 horas sonaron las sirenas de las patrullas y la gente se aglomeró en la puerta de mi casa, viéndo a 4 patrullas y 15 policías al mando del capitán, que tocaba la puerta de forma prepotente y antes de abrirle mis hermanos muy nerviosos se metieron bajo la cama.
    
    Abrí la puerta y el capitán se identificó diciendo qué venía en búsqueda de mis hermanos, con una pose de matón mostrando su cuerpazo.
    
    Me acordé qué a este bruto lo tuve anoche tirando las babas por mi, pegándome con todas sus fuerzas hasta llenarme con su leche, para luego caer rendido a mis pies.
    
    Yo : Señor pase y verifique que no hay nadie.
    
    El capitán les dijo a los policías que vigilen los techos y los alrededores mientras él buscaba adentro de la casa.
    
    Tiró las cosas con fiereza y gritando fuerte y en un descuido me dió un beso en la boca y luego se fué, diciendo qué si venían mis hermanos avisemos a la policía, si no seríamos cómplices de unos criminales.
    
    Una vez qué se fueron.
    
    Papá : Por qué ése policía te ha besado ?
    
    Yo : Tú creés qué su ayuda es gratis ?
    
    A partir de ése momento todo lo hacíamos en el suelo y al no tener dinero para los gastos que aumentaron, tuve que regresar a las calles a vender mis caramelos junto con mi cuerpo.
    
    Yo me decía, después de haber estado cómo una mujer A1 con elegantes vestidos deseada y cachada por viejos ricachones, ahora vuelvo a vender caramelos chupando vergas de viejos pobretones, qué hasta su ...
    ... leche me hacen tragar por unos cuántos centavos.
    
    Así estuve algo más de un año cumpliendo con mi trato con el juez, el fiscal, el general y el capitán qué era un extra reservado para el negocio que pienso emprender ahora que soy mayor de edad y cuándo mis hermanos sean libres legalmente y qué ya falta poco.
    
    También mis hermanos escondidos se hacían más hombres, que las pajas qué yo les hacía ya no les satisfacía.
    
    Las vergas yá les habían crecido y estaban más duras y como ellos no podían salir a buscar mujer, una noche decidí yá no correrle la paja al mayor y al ponerlo encima mío, me reclamaron mi papá y mi mamá.
    
    Papá : Maru, te acepté que les corras la paja para qué estén tranquilos, pero ésto no. Está prohibido.
    
    Yo : Papá, míralos cómo están, no te dan pena. Si Dios me dió éste hueco, lo utilizaré para aliviar a la gente.
    
    Papá : Entonces si un día estoy arrecho, tú dejarías que yo te cache ?
    
    Yo : Si papá y con mucho gusto.
    
    Papá : Qué hija tan puta hemos tenido mujer.
    
    Mi hermano me lo empujó y al instante lo tuve todo adentro aguantando mi grito por seguridad y bastó un minuto de salvajes movimientos para llenarme la concha con su leche caliente. Saliendo de mí entró mi otro hermano y de la misma forma salvaje también me dejó su leche y al salir entró el tercero rellenando mi concha con su leche.
    
    Qué ricas sentí sus vergas y ellos sobando mi cabeza  me preguntaron si me habían hecho daño. Les dije que no y dormimos contentos y abrazados, los que no ...