Enamorada de mi cachorro (hijo) - Relatos Eróticos

Enamorada de mi cachorro (hijo)

Lo que voy a narrar sucedió el día que cumplí 45 años donde nos reunieron un grupo de amigas en mi casa para el festejo 
Yo por ser la festejada era la que mas alcohol consumía dando por resultado que una vez que todas se retiraron me quedara dormida en la sala a medio desvestir, por el cansancio del ajetreo y el consumo de alcohol mi sueño fue tan profundo que no escuche la llegada de mi hijo mucho menos la maniobras que realizo para dejarme totalmente desnuda para posteriormente meterme la verga, en mi inconsciencia comencé a soñar que me encontraba cogiendo con mi difunto esposo, dicho sueño era tan real que me desperté encontrando a mi hijo sobre de mi también desnudo aunque tarde algunos segundos en reaccionar  mi pregunta resulto muy tonta
¿Qué estás haciendo cariño?	
Me pediste que te cogiera mami y eso estoy haciendo
Pero esto está mal
Si sabias que no es lo correcto porque me lo pediste
Mientras esto acontecía el continuaba moviéndose metiendo y sacando la verga de mi vagina, aunque consiente que no era lo normal ya me encontraba demasiada caliente por lo que no hacia ningún esfuerzo por quitarme o quitármelo de encima, creo que la borrachera que aun tenia había enervado mi ...

... sensibilidad con su verga frotando mi clítoris me encontraba disfrutando como poseída de la magnífica metida de verga que me estaba dando mi cachorro y sin proponérmelo comencé a gemir luego levante las piernas colocándolas en su cadera con eso movimiento su penetración se hizo más profunda aquí hago una reflexión de la anatomía de las mujeres, si el mayor placer se encuentra en la entrada porque disfrutamos de una verga grande será porque nos encanta sentir el estrecho pero profundo conducto lleno y ensanchado 
Fue hasta que tenía toda la verga adentro que me percate que mi cachorro esta mejor dotado que su difunto padre, aun con mi borrachera tuve muy buenos orgasmos y no objete que se viniera dentro de mi
Lo normal era que después de pasada la euforia del momento no quisiera repetir pero yo en especial quería que me metiera la verga por segunda vez y no solo lo hizo otra vez pasamos la noche entera cogiendo, aunque agotada me encontraba feliz nunca había cogido con tal intensidad lo mejor que estaba enamorada de la verga de mi cachorro que dicho sea de paso es de 24 centímetros y bastante gruesa
Sobra decir que a partir de esa noche ya llevamos vida de pareja cogiendo todas las noches