Me follaron mis empleados 2da parte - Relatos Eróticos

Me follaron mis empleados 2da parte

... cositas" 
Sin hacerme mucho del rogar me dirigí a la recamara acompañada de Jaime Cuando entramos a la recamara cerramos la puerta y al igual que la vez anterior Jaime se dirigió al baño a ducharse mientras yo encendí la tv de la recamara y puse videos musicales para que Valentín en la sala no escuchará lo que iba a pasar en la recamara.
Después de unos minutos Jaime salió de la ducha completamente desnudo, yo me encontraba de pie frente a la televisión, el me abrazó por detrás y puso sus manos sobre mi cintura yo gire la cabeza para besarlo mientras el restregaba su erecto pene contra mis nalgas nos besamos apasionadamente y nuestras lenguas se encontraron dentro de mi boca, después el me volteo suavemente para seguirnos besando mientras sus manos fueron a parar directo a mis nalgas por encima de mi falda su pene se encajaba deliciosamente a la altura de mi ombligo ya que el es más alto que yo.
Después de un largo beso fui yo la que tome la iniciativa y lo bese en el cuello y seguí bajando besando su pecho su abdomen pasando por su ombligo asta quedar de rodillas frente a el para besar sus huevos y después comenzar a mamar su duro pene metiéndolo casi asta mi garganta  aguantando la respiración para después sacarlo y lamer sus bolas mientras masajeaba su  pene, mientras el no dejaba de soltar quejidos de placer, después de varios minutos el me tomo de la mano y me puso de pie me tomo de la cintura y me besó nuevamente antes de hacerme girar y quedar de espaldas a el yo ...

... voltee por encima del hombro cuando sentí que el levantaba mi minifalda por encima de mi cintura y mientras se ponia de rodillas y con ambas manos abría mis nalgas y hacia del lado el hilo de mi tanga para empezar a darme la mejor mamada de mi vida, cuando introducía su lengua en mi orificio  de amor yo sentia que se me iban a doblar las piernas después de besar, chupar y dilatar con uno y dos dedos mi chiquito, jaime se puso de pie escupió su mano y unto saliva en su grueso pene, yo  sabia lo que seguía y mientras el colocaba su pene entre mis nalgas yo cerré los ojos y trague saliva, para de inmediato sentir como aquel delicioso instrumento de placer comenzaba a abrirse paso al interior de mi cuerpo No sé detuvo asta que su pelvis chocó contra mis nalgas, quedándose un momento quieto aferrado con ambas manos a mis caderas mientras chupaba el lóbulo de mi oreja izquierda y entre resoplidos me decía que estaba bien nalgona y apretadita. Mientras yo paraba más las nalgas para ofrecerle una total penetración, en seguida me la saco solo para volver a metermela y así suavemente entraba y salía cada vez con mayor rapidez mientras yo resistía las casi violentas embestidas de aquel macho fogoso, su duro pene entraba en mi cómo un pistón de acero, y así en esa posición me cabalgó por varios minutos, por momentos yo sentía que se me doblaban las piernas pero el me sostenía con sus fuertes y ásperas manos de las caderas.
Después de varios minutos se salió de mi y me pidió que me pusiera ...