Martha un sexo muy grande - Relatos Eróticos

Martha un sexo muy grande

Quiero decirle que este relato es 100% real. Lo único que cambie son los nombres. En ese entonces tendría 50 años. Era casado con tres hijos adorables. Siempre he sido un hombre muy caliente y aprovecha lo que pasara. Pues bien el nombre de la protagonista de esta historia es Lucia. Una mujer casad, con 4 hijos, compañera de trabajo, con una tetas enromes y un culito bien paradito. Ella tenia unos 30 años y se nota que siempre había trabajado. Pues bien nuestras charlas cada día iban mas halla de simples. Su uniforme era de colores Un día azul, otro día amarillo, otro rosado y uno oscuro cuando tenia la regla. Ella se dio cuenta que cuando salia de mi oficina me quedaba mirándola. Se transparentaban sus calzones. Casi siempre eran hilos, excepto cuando tenia la regla. Un buen día,, antes de salir de loa oficina, se acerco a la puerta, la cerro. Me pregunto: le gusta lo que ve? Yo me quede atónito. Solo le respondí: siempre me ha gustado. Ella se rio. Se bajo los pantalones y aparecieron esas tangas con un triangulo que le cubría su exceso de bellos. Y esto le gusta? Le dije si. Así lo había imaginado. Bueno me alegra que le haya gustado. Y salio. A la hora del almuerzo ella estaba detrás de la barra de loas ensaladas. Cuando pase, me miro y se sonrió. Ella se agacho un poco y dejo ver sus pechos, grandes como bamboleando. No se pero le dije, la espero a las 5 en una cafetería que hay de tras del Bulevar. Asintió con la cabeza. Ese día salí temprano. Llegue 10 minutos antes ...

... al sitio. Ella puntual a las 5. No saludamos de beso y trate que mis labios se acercaran a los suyos lo mas cercanos. Se ruborizo y me dijo. Va muy rápido, no? Pedimos 2 aguas aromáticas y ella venia con un sastre azul, un poco arriba de sus rodillas, con medias veladas. Recogido su pelo, pintados sus labios y olía a un perfume barato. Me acerque y hablando de todo, le puse la mano en sus pantorrillas y no dijo nada. seguí hablando y subiendo mi mano. Pronto llegaron hasta su limite. Ella me dijo podemos ir a otra parte, si no tiene compromiso.? le DIJE CLARO, PODEMOS IR A UNAS RESIDENCIAS QUE QUEDAN EN UN BARRIO POPULAR CERCA. Listo. Salimos cogimos un carro, nos llevo has las residencias, hicimos entrar al taxi, subimos a un tercer pido y nos asignaron una habitación son yacusi y sauna. Tan pronto cerraron la puerta nos abrazamos y comenzó una batalla con nuestras lenguas. Mientras la abrazaba le iba quitando el saco y la blusa. Ella me quito el saco y la camisa y me lanzo a la cama. Besaba mis tetillas y las mordía. Suspiraba y me preguntaba si me gustaba. tomo su mano y comenzó a masaje arme mi verga por encima del pantalón. Se quito su brasier y saltaron dos enormes globos, un poco caídos, pero sus pezones bien parados, rosado y sus aureolas cafés. Me dijo chúpame, por favor, Ella estaba solo tenia la falda y yo en pantalones. Le chupaba las tetas las mordía y se me ocurrió chuparle debajo de las tetas. Eso la éxito mucho. Gritaba y me pedía con mas fuerza, tranquilo que ...