solo mi hijo logra satisfacerme - Relatos Eróticos

solo mi hijo logra satisfacerme

... apenas y me tapaba mi rajita, mis grandes senos sobresalían, y mi nalgas bien formadas se mantenían firmes, cuando me vio por primera vez claramente se le caía la baba por su madre pero aún no lograba que se entregará completamente a mis brazos, así que ejecuté la segunda parte del plan, le dije que ibamos a ir a cenar a un restaurante muy cotizado de la zona, pero que necesitaba que actuará como mi pareja ya que era exclusivo para parejas, él accedió y ya en la cena esperé a que fuera el momento apropiado y le planté un beso en sus labios, el se desconserto un poco y le dije que recordara que teníamos que fingir que éramos una pareja, lo seguí besando y él poco a poco se fue entregando a mí, cada beso empezaba a ser más apasionado hasta el punto que el tomo la iniciativa de meterme su lengua, yo gustosa seguí con el beso y sabía que era el momento para hacerlo mío, comencé a besar su cuello, lo lamía, lo acariciaba para luego ir a su oído y decirle que lo amaba.
noté que tiago estaba un poco desconsertado, nunca había visto a su madre así, pero tampoco se veía que le disgustaba, le dije que era momento de regresar a la habitación, el me llevo hasta mi cama y cuando estaba por irse lo detuve, no dije nada, solo me quité el vestido que llevaba, dejando mi cuerpo al desnudo, tiago se desconserto, se notaba nervioso de ver el cuerpo desnudo de su propia madre, se quedó ...

... paralizado, entonces me acerque y comencé a darle besos llenos de cariño, el intentaba apartarme y me decía que eso no podía ser, así que le dije que lo amaba pero no solo como mi hijo sino como hombre, que lo necesitaba dentro de mí, poco a poco el fue bajando la guardia hasta que nos tumbamos en la cama, comenzó a besar todo mi cuerpo, me acaricio y bajo hasta mi panocha, comenzó a lamer y yo entré en un éxtasis total, no podía creer que mi hijo estuviera llenando mis deseos carnales, le pedí que insertara su verga dentro de mí, que me cabalgara, que me hiciera suya y que me tratara como una puta, me puso a cuatro patas, me ensartó su verga y me empezó a penetrar, cada cabalgata era más dura que la anterior, yo solo podía gemir y gemir como una perra, le pedí que me nalguera que me escupiera, que me ahorcara, y así lo hizo, mi hijoe estaba tratando como una ramera, el estaba totalmente entregado al momento, no parecía el mismo, en un momento paró, me levantó con su fuerza y me comenzó a penetrar, quedaron nuestros rostros frente a frente y nos comimos en un beso apasionado, el ya no soportaba más estaba por venirse, así que le pedí que se viniera dentro de mí y lo hizo, descargó todo su semen dentro de la vagina de su propia madre, solo nos quedó acurrucarnos y dormir juntos, como dos amantes entregados completamente al amor, un amor que iba más allá de un amor de madre e hijo