Relatos eróticos esposos cómplices cap 151 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 151

... esposo, por su edad y por su diabetes.

Así pasaron los días y nos enteramos más de nuestras cosas, como por ejemplo que nunca tuvo enamorada y recibe muchas propinas de su familia, por las becas que logra en sus estudios y tenía ahorrado en secreto 10 mil.

Yo también le conté que mi esposo fué mi enamorado número 3 y trabajamos duro para sacar adelante a nuestros hijos.

Poco a poco fué agarrando más confianza, bromeando conmigo y yo me daba gusto con su verga dura que cada vez me lo arrimaba con más fuerza, haciéndome recordar las vergas de mis enamorados y la de mi esposo cuándo eran más jóvenes.

Hasta que un día, después de habernos hecho buenos amigos, me pidió hablar a solas y si podía esperarme a la salida de mi trabajo para tomar un café antes de regresar.

Lo miré fijamente a los ojos para saber lo qué estaba pensando y por mis años y experiencia me ví reflejada en su retina, calata abierta de piernas como pollo a la brasa y decidí seguirle el juego aceptando la invitación.

No pude trabajar bien,  pensando punto por punto en cómo terminaría ésto, si yo le aceptaba lo que me suponía me iba a proponer.

Él se dará gusto con éste cuerpaso y yo también con su verga dura. Tengo 40 años y horita me haré más vieja y ya nadie me mirara, menos querrá cacharme. Tal vez ésta sea mi única y última oportunidad de probar una buena verga y tal vez le esté haciendo un favor a mi marido que aun sigue con sus fantasías sin poderlas cumplir.

Hasta ahí aceptado, ...

... pero también pensé, no me caería mal una parte de su dinero que yo necesito y a él le sobra. En el momento pensaría en un olan. Bien, yá lo tenía decidido.

Pero los riesgos también eran grandes, si el chico habla o si alguien nos descubre.

Haciendo un balance concluí qué si hago las cosas bien iba en a salir beneficiada económica y sexualmente sin que mi marido se entere.

Una hora antes de la salida en el baño me lavé bien la boca, mi conchita y mi culito por lo que pudiera pasar.

Salí y en la puerta estaba bien elegante y dándome un beso me llevó a un café. Entregándome la lista hicimos el pedido.

Después de hablar de nuestro día, le ví una postura de un hombre mayor diciendo.

Chico : Señora, por la confianza que nos tenemos yo quería pedirle un gran favor.

Yo : Ante tanta seriedad, está toda mi atención.

Chico : Señora, yo nunca he tenido una relación sexual y quería hacerlo con usted ?

Me sonroje, por qué nunca me imaginé que fuera tan directo. Mirándolo a los ojos con una expresión de ofendida y sorprendida.

Yo : Hijo, tu crees que una relación sexual es como masticar un chicle ?

Chico : No señora, creo que para usted no es nada.

Volví a mirarlo con el ceño fruncido y a los ojos.

Yo : Hijo, yo tengo un hogar formado, un esposo, unos hijos, una familia y reglas que respetar y lo qué me pides es faltarle el respeto a todo éso.

Chico : Señora, no lo pensé así.

Yo : Y cómo lo pensaste ?

Chico : Bueno, yo pensé que usted con los 20 ...