Infiel por un día - Relatos Eróticos

Infiel por un día

Tengo la impresión que existen mas mujeres como yo que guardamos secretos tan íntimos que no podemos confiar ni a la mejor amiga 
Lo voy a narrar porque aquí lo estoy haciendo de manera anónima
La situación fue la siguiente, yo con cincuenta y cinco años y mi marido de cincuenta y nueve años viajamos por primera vez a la hora CDMX para conocerla solo que al siguiente día mi esposo recibió una llamada de alguno de mis dos hijos diciéndole que teníamos que volver porque se presento un problema de pagos de impuestos
Me preparaba para rehacer maletas pero me convence de que yo permaneciera en la ciudad que sería cuestión de dos a lo sumo tres días y el estaría de vuelta 
Tomo su vuelo por la mañana mientras me entretenía viendo los escaparates de las tiendas del centro de la ciudad ya al anochecer ingrese a un concurrido restaurante donde compartí mesa con un jovencito bastante agradable y educado, durante la conversación que ya sosteníamos le manifesté mi inquietud por pasar la noche sola en el hotel el amablemente me ofreció su casa donde podía pasar la noche sin ningún temor 
Ya en su casa y con una muda de ropa que previamente había recogido del hotel me mostro la habitación que ocuparía y como asegurarla por dentro, pasamos a la sala para ver las noticias y tome asiento a su lado en ese momento comenzó lo que minutos más tarde se convirtió en una noche mágica 
Fui yo la que propicio que sucediera ya que constantemente acariciaba sus mejillas haciendo que mi calentura ...

... se elevara fue en un acto de completa irresponsabilidad de mi parte que tome su mano y la coloque en la parte desnuda que había dejado la falda su reacción y comentarios fueron los siguientes
Se siente rico tienes la piel muy suave
¿Te parece? 
No me parece la ciento en mi mano ¿puedo acariciarla?
Sin ningún problema de mi parte le conteste
En principio solo deslizaba la mano por ese pequeño tramo desnudo de mi pierna lo que pienso que lo excito y paulatinamente fue metiendo la mano por debajo de la falda haciendo que tragara saliva y deseando que llegara más arriba, tú me dices hasta dónde puedo llegar me cuestiono
Hasta donde quieras y te apetezca le conteste
Sintiendo que su mano ya iba subiendo mas eche el cuerpo hacia atrás cerré los ojos y separa las piernas dándole libre acceso a la vagina, cuando toco la tanga ya bien mojada me dijo
Ya te encuentras muy mojadita
Si cariño ¿y tu como te encuentras?
Peor que tu ya la tengo bien dura
Entonces estamos jugando al tonto y perdiendo el tiempo los dos ya deseamos lo mismo
Pasamos a su recamara donde en cuestión de segundos ya estábamos desnudos y enlazados en ardientes besos llenos de pación y lujuria frotando nuestros cuerpos llegado el momento le pregunte cual postura le gusta mas 
Con la cual tu disfrute mas yo en todas me acomodo y puedo, colocada a gatas rodeo mi cintura con sus brazos y me fue hundiendo la verga la sentía como una barra de acero al rojo vivo esa era mi percepción ya que la de mi esposo por ...