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La historia de Ángel, solo era un muchacho (18)
Fecha: 19/12/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... hacerle lo que al muchacho, y aunque su hijo era fuerte él no era el delicado, sensible y sumiso Enlai. -No me jodas Fulvio. -se volvió y fue él quien sujetó esta vez al apuesto muchacho que no dejaba de reír, la verga erecta de Juan se alojó entre las nalgas de Fulvio. -¡Ya te tengo! ¿Te rendirás ahora? -¡Vale, vale! Serías capaz de cogerte a tu propio hijo y para eso tienes a Enlai si tantas ganas tienes de follar. -el comisario soltó inmediatamente al muchacho y miró al otro que apartó la vista inmediatamente, le observó nervioso y avergonzado por lo que terminaba de escuchar. -No le hagas caso, Fulvio te gasta una broma. -su hijo dejó escapar una ruidosa carcajada señalando con el dedo a su amigo. -¿Una broma? No tienes ojos para ver lo que pasa cerca de ti, presumes de ser buen policía y no ves más allá de tus narices. Dile si se trata de una broma Enlai… Venga papá pareces tonto o no te aclaras. -Gutiérrez no deseaba seguir aquella conversación que tenía violento al chico oriental, pero sabía que aquello tendría que aclararlo con su hijo. Comieron y se preparó para ir a la comisaría, miró a los dos jóvenes sentados ante el televisor, con la cara algo tensa y separados cuando lo suyo era estar rozándose. -Papá olvida lo que dije en el gimnasio. -permanecía sentado mirando la pantalla, sin tan siquiera levantar la vista hacia él. -Lo olvidaré de momento, pero tenemos que hablar de ello Fulvio. -no se levantaron para despedirle cuando abandonó la ...
... sala. Su ayudante le esperaba sentada en su propio despacho cuando llegó. -Aquí tienes escrito lo que hay, estoy molida jefe. -cogió los papeles y comenzó a leerlos. -Esto no me lo habías comunicado. -No he tenido tiempo, lo he sabido hace unos minutos, llamó don Eduardo preguntando por ti pero estabas en camino, un chico que vive en su casa y es amigo del secuestrado ha vuelto de viaje, quiere hablar sobre ciertos detalles que pueden interesarnos. -Salgo para allí inmediatamente. -el inspector sabía que cualquier detalle, por poco importante que fuera, no se podía pasar por alto. -¿Te acompaño? -la miró y se dio cuenta de que apenas habría dado una cabezada las últimas veinticuatro horas. -¿No tienes de que ocuparte en tu casa? Vete y descansa, muerta de sueño no me sirves. Volvió a realizar el recorrido por el inmenso parque que rodeaba la elegante y rica mansión, deseaba devolver al muchacho a aquel lugar y resolver el asunto de la mejor manera posible. Esta vez le llevaron a un salón donde parecía que habían mantenido una reunión de familia, el señor Martínez de Arceniega estaba mirando el jardín por el amplio ventanal y se adelantó al encuentro del inspector para estrecharle la mano. -¿Un café inspector? -miró el lujoso servicio de plata sobredorada que brillaba en el centro de la mesa. -Mejor un vaso de agua si no le importa. -al instante tenía ante él al envarado mayordomo sirviéndole el agua que quería. -Y bien, ¿quién es la persona ...