Relatos eróticos María 3 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos María 3

... cama completamente calata dejando con la boca abierta a los pajeros.

Luego se paseo por todo cuarto con el cuerpo quebrado, sobando sus vergas cuando pasaba.

María : Ustedes ya vieron, ahora yo quiero ver.

Los chicos se desnudaron en un segundo mostrando sus cuerpos atléticos.

María: Guau Paco, pero qué ésto. No solamente es grande si no también lo tienes muy duro 

Ella le apretaba la verga con todas sus fuerzas y Paco estaba feliz viéndo morada e hinchada su cabeza.

María : Paco cuánto mide ?

Paco : 18 x 3 

María : Por qué ahora los chicos nacen vergones ?

Apretando también fuerte la verga de Pepe dijo.

María : Tú no te quedas atrás Pepe. Cuánto te mide ?

Pepe : 15 x 4

María : Si hubiera sabido el tamaño de sus vergas no acepto. Me pueden matar.

María : Han cachado alguna vez a una mujer ?

Los dos contestaron. Nunca.

María : O sea qué aún son pajeros.

Pepe : Pero yá no queremos seguir haciéndolo. A partir de ahora sólo vamos a cachar a mujeres.

María : Los dejo libres para que me hagan lo que quieran o lo vamos haciéndo paso a paso ?

Paco : Mejor pasó a paso, pero podremos probar todo hasta mañana en que nos vamos ?

María : Claro que sí.

Empecemos.  

Primero besen, chupen y nuerdan mi cuerpo, pero sin dejar marcas y luego meten sus lengua por todos mis huecos.

María se echó en la cama con las manos y las piernas abiertas.

Ellos comenzaron a besarla profundamente metiendo su lengua hasta su garganta ...

... haciendole toser.

Después le besaban todo el cuerpo, uno por la izquierda y él otro por la derecha hasta que llegaron a las tetas que se la jalaban como goma y la mamaron tan fuerte qué la hicieron gritar dejándola marcada.

Por el grito que dió tuve que ir a cerciorarme que mis hijos seguían durmiendo.

Llegando a la concha se miraron y volteandola de costado Paco le comenzó a chupar la concha y Pepe el culo, haciéndola gemir y saltar a mi mujer.

Luego la volvieron a colocar boca arriba y le acariciaban sus piernas, se las besaban y las mordian despacio.

Después cada uno le levantó una pierna para chuparle los pies y cada uno de sus dedos haciéndola reír.

Cuándo no soportó más echó a los chicos en la cama y ella al centro cogiendo una verga en cada mano sacándose con la mirada antes de meterse las a la boca y chupar las por turno.

No aguantaron mucho pidiendo cacharla yá mismo y ella boca arriba espero que ellos decidan y fué Paco quien se puso encima de ella y colocandome la punta de su verga en la entrada de su concha le preguntó.

Paco : Señora, se lo puedo meter de un sólo empujón ?

María : Qué malo, parece que no eres conciente de la verga que tienes. Pero te voy a dar gusto. Sólo espera que muerda el cojín.

Preparada Paco la miró y empujó con toda su fuerza y ella con el grito dentro del cojín sintió media verga adentro.

Bajó su mano para tocar y ver cuánto le faltaba. En éso llegó el segundo y gran empujón haciéndola gritar sintiéndo las bolas ...