Mi compañera de trabajo - Relatos Eróticos

Mi compañera de trabajo

... con sus hijos son algo fuertes, además que no le gusta dejarle todo a su marido.

Dentro de esa segunda semana trabajando ya era mucha la confianza que incluso nos hablábamos en doble sentido, cosa que me sorprendió bastante porque cuando llegó se veía muy seria y bien portada, pero era tanta la confianza que se ponía a bailar en la cocina, a veces cuando ella lavaba traste y yo ya no tenía más que hacer, le ayudaba a guardarlos, para esto hay repisas altas para escurridor, como soy alto basta con estirar la mano y listo, pero el detalle es que ella se encontraba al frente lavando, le pedí permiso para pasar pero simplemente se hizo un poco al costado cuando me estiré me dió un caderazo y me restregó las nalgas en el miembro, no supe cómo reaccionar y simplemente me quedé quieto, ella se volvió a mover y me dió un culazo empujandome hacia atrás, se comenzó a reír y me dijo que si no quería bailar un rato terminando de lavar, aún pensando en lo que pasó me reí y le dije que si, así que así fue, bailamos una cumbia de los angeles azules y seguimos trabajando, mientras trabajamos.

A la tercer semana más o menos comenzamos a llevarnos mejor, la verdad la comencé a ver como una mujer fácil y cada oportunidad que tenía para hablar en doble sentido o para restregarle mi miembro siempre la aprovechaba, nunca me decia nada, hasta que un día al salir del trabajo me ofrecí a llevarla a su casa ya que tengo moto, ella acepto sin problema, cuando llegamos a su casa ella se despidió ...

... de mi con un beso en la mejilla cerca de la boca y me dijo que era lindo por darle un aventón, a lo que respondí que cuando guste le doy los aventones cómo y cuando quiera, se comenzó a reír y me preguntó si no tenía planes para mañana, le dije que no, entonces me invitó a su casa a desayunar para que no se sintiera tan sola, me pareció buena idea acepté.

A la mañana siguiente me mandó mensaje a eso de las 9:00am diciendo que sus hijos estaban en la escuela y si podía llegar a las 10:00 para aprovechar el tiempo antes de ir a trabajar, me aliste y salí rumbo a su casa, cuando llegue me hizo pasar, me ofreció agua y me preguntó que me gustaría desayunar, pícaramente le respondí que si le decía se enojaba, ella se comenzó a reír y me dijo que no me atrevía, le dije que me pusiera a prueba y le enseñaba, se rió otro poco y fue a la cocina, le ofrecí ayuda pero se negó, termino preparando unos huevos revueltos con jamón y una salsa, puso la televisión una serie y comimos, mientras comíamos ella me dijo que le dolía la pierna a lo mejor por dormir mal, me dije que al terminar le podía dar un masaje y acepto.
Para no hacer el cuento largo ese fue el comienzo de muchos encuentros, ya que nos sentamos en el sofá frente a la tv mientras le daba el masaje (cabe mencionar que ella tenía puesto un short corto de mezclilla y una blusa) aproveché para tocar tu pierna y fui subiendo poco a poco, de la nada se acercó y me beso, en ese momento comencé a agarrarle las nalgas y los pechos, ...