Mi primera vez fue emocionante y un viaje de descubrimiento - Relatos Eróticos

Mi primera vez fue emocionante y un viaje de descubrimiento

Soy un chico de 20 años. Hasta hace unos meses me consideraba heterosexual. He tenido muchas novias y parejas sexuales, pero siempre mujeres.

Hace unos meses, encontré un trabajo mejor pagado. Empecé a trabajar en un servicio para una pequeña cadena de tiendas de repuestos para celulares y accesorios. Mi trabajo consiste en vender carcasas, cargadores, tarjetas SIM, recargas de saldo, etc.

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Entonces, mi nuevo jefe es un hombre de 51 años que llamaré R, a partir de ahora. R es algo robusto, tiene entradas en la cabeza, barba y tiene un aspecto bastante maduro.

Él es bastante simpático; es muy platicador, gentil y tiene un buen sentido del humor, aunque algo curioso y entrometido. Por su personalidad, R me empezó a hacer plática cada día, preguntándome sobre mis trabajos anteriores, mi familia, mis intereses y, eventualmente, mi pareja. Supongo que es de esos jefes a los que les agrada ser amigo de sus empleados.

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En este punto ya llevaba más de un año sin novia. Mi última novia terminó conmigo por diferencias y porque habíamos creado un ambiente tóxico. Simplemente, ya no nos llevamos bien, así que ella decidió dejarlo por la paz, básicamente.

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Entonces, le conté a R este contexto sobre mi reciente fracaso en mi vida amorosa y, para mi sorpresa, él me contestó: "Siempre es lo mismo con las mujeres. Por eso yo prefiero a los hombres".

Me sorprendí bastante, pensé que estaba bromeando. Así que, le dije: "Ha, ha, ha. Supongo que también", con ...

... un tono ligero y bromista.

Entonces, R me preguntó que sí estaba hablando en serio y se dio un breve apretón en el bulto de sus pantalones.

En ese momento, sentí que la sangre se me subió a la cabeza, me puse nervioso y respondí: "Evidentemente no". Era una sensación embriagadora, debo admitir, ya que fue la primera vez que un hombre mostraba interés sexual en mí.

Sin embargo, a pesar de mis palabras, me quedé viendo su bulto por un par de segundos, lo cual él notó, obviamente.

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R simplemente sonrió, se acercó un poco a mí, tomó mi mano derecha y la puso sobre su bulto. No sé el motivo, pero simplemente no pude retirar mi mano, agaché la cabeza y empecé a acariciar su pené sobre sus pantalones de mezclilla.

Era una sensación nueva. Su pené no es grande como lo que se ve en el porno. De hecho, me sorprendió lo similar que es al mío. Además, por la dura tela de mezclilla, no podía sentir mucho.

Entonces, debo admitir que me puse caliente, se me puso dura y empecé a tocar con más confianza. Simplemente, no puedo describir como se sentía la emoción, adrenalina y el calor en ese momento, ya que todo era nuevo para mí.

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Por suerte, no R y yo no solemos platicar cerca del mostrador, lo hacemos cuando acomodamos el inventario y hacemos el corte en la parte trasera del local. Así que, estos eventos anteriores, evidentemente sucedieron en privado.

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Cuando pasaron unos minutos, R tomo mi cintura, me dio la vuelta y empezó a frotarse contra mi ...