Lo hice con fiebre y todo salió bien parte 3 - Relatos Eróticos

Lo hice con fiebre y todo salió bien parte 3

Ya con la última embestida terminé  eyaculando en chucha a mi madrina con mucha esperma caliente y sentí como todo su cuerpo convulsiónaba al experimentar un orgasmo y cerró sus ojos y abrió la boca justo en ese momento pegué mi boca a la suya y  nuestras lenguas se unieron, ella me besaba con mucha pasión que ya no  importaba para nada el vínculo que tuviéramos de madrina y ahijado. 

Ahora sólo era un hombre joven que  entregaba a una mujer madura todo su vigor y cariño que mucho tiempo no recibía y luego nos quedamos en su cama abrazados como una pareja sin decir nada, ambos sabíamos que habíamos cometido incesto y luego nos ganó el sueño. Y cuando abrí los me encontraba solo en su cama, así que vi la hora en el despertador que tenía en su mesa de noche, eran las 4.30 am. era aún muy temprano y fui a buscarla mi cuarto la encontré en cama durmiendo. A mi edad estaba nuevamente listo para seguir dando más verga a mi madrina y me sentía mucho mejor no tenía fiebre, porque la pastilla que tomé y haber sudado  al tener sexo me ayudo mucho, pero ahora me encontraba con tremenda erección estaba seguro que recibiría la ayuda de mi madrina Brenda. Me eche a su lado e igual como lo hice en su cama, pero estábamos ahora en mi cama donde la sorprendí con mi verga en su boca, así que me dije que era lo más justo terminar donde empezó todo.

Sentí su enorme culo rodeo con mis brazos su cuerpo, presione sus tetas  no dijo nada, entonces  comencé ya sacudir mi pene erecto en medio ...

... de su culo abriendole ahora sus nalgas un poco. Luego hice más presión así que sentí ahora sus labios vaginales  me movía cada vez más rápido, eso fue el punto de quiebre para que mi madrina tiré para atrás todo el culo, 
eso hizo que mis sensaciones fueran en aumento le di vuelta y bese, otra vez nuestros labios se unieron luego se abrieron nuestras bocas para que las lenguas se encontrarán, era todo un beso lleno de deseo y pasión.

Yo no dejaba de tocar sus tetas eran increibles los apretaba, comenzó mi madrina a soltar gemidos de placer, la tenía de frente y me mostraba sus gruesas areolas de pezones rojizos y me lance sobre esos melones y abrí la boca, los lamia como si fueran un helado y los mordía mi madrina sólo acariciaba la cabeza y amamantaba como si fuera un bebé. Y ahora ella me sostenía la verga me lo jalaba y sentí como su mano tocaba todo mi tronco desde la punta hasta llegar a mis huevos, aumentó la velocidad y me sacudia mi pene varias veces, su rostro también era de puro placer se  relamió los labios y ella no pudo más terminó confesando.

-! Uff.. No puedo aguantar más. ¡

Se dio vuelta mi madrina me mostró su nalgotas y empezó a moverlas de un lado a otro, yo ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar que la tendría así toda caliente me atreví a darles unas nalgadas. PLAS y PLAS se le puso la piel colorada y en pose de cuchara coloque la cabeza de mi pene en su vulva y le fui empujando lentamente hasta sentir la calentura de su vagina como lo ...