Susan y Ricardo - Relatos Eróticos

Susan y Ricardo

... se encargaban de lo que no podian mis suegros ambos activos y muy saludables, y muy sexuales, el capataz compartia sus "modales" y al poco tiempo de llegar me monto bajo un arbol, su pene apenas mas corto que el de mi suegro era una bestialidad igualmente, tocaba cada punto g que tenia y tenia facinacion por hacerme correr en rapiditos entre sus labores, su hijo fue estrenado conmigo, fue mas seremonioso claro, lo invite a cenar a solas, y tras su primer copa de vino lo mame como me gusta, lento y luego devorandome todo, me bebi su corriida y me encanto, lo lleve a mi cama y me lo monte ofreciendole mis pechos, el no dudo en mamar mis tetas como recien nacido, tras su primer orgasmo y aun duro me tomo de 4, y me nalgueo muy duro, me corri con cada palmada, se comio mi vagina y volvio a penetrarme, se vacio toda la noche en mi, tanto que al amanecer y tras una maraton sexual me chorreaba con cada paso, tras ducharme fui a la habitacion de Susan, ella me recibio con besos apasionados y felicitandome, luego fue a mi cama y yo a la suya, encontrar a Ricardo empalmado era normal asi que comentando mi noche lo masturbe hasta endurecerlo mas, y rebote en su enorme pene a gritos haciendo coro a mi ...

... suegra, desatunamos con Sergio el capataz y Saul su hijo, Susan y yo nos turnabamos para saltar en lso regazos de los hombres, terminamos cojiendo en la sala, y no paramos hasta mediodia, cuando Susan y Saul ya no pudieron mas y Sergio y Ricardo terminaron de rellenarme con sus corridas. Tras 5 meses de sexo diario, grupal, individual, hetero y lesbica, comer saludable y el trabajo de la granja yo no me veia ni desaliñada ni apagada como antes, estaba radiante y llena de energia, asi que cuando llamo mi esposo preguntando por mi solo dije que estaba bien y que debia cortar, es cierto que bese a Susan al llegar solo para humillarla como lo hizo su hijo, pero tras cojernos la primera vez, su hijo fue lo ultimo en lo que pense, y tras unos dias, ya ni lo pensaba, habia mucho por hacer, mucho placer para sentir y demasiados penes para desperdiciar en uno que no deleitaba como el de su padre, no tenia la punteria de su empleado ni la resistencia del chico, adrmas estaba el placer de una vagina y un par de tetas ajenas, y ez que Susan era una amante unica, y me enamore mas de ella que de ninguno de los hombres alli, a quien tambien amo pero no incondicionalmente como a mi suegra y su dulce piel.