Relatos eróticos esposos cómplices cap 159 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 159

CONTINUACIÓN 

Hola amigos somos Manuel y Rosa y les seguiremos contando nuestras aventuras que iniciamos en los cap 156 / 157 y 158.

Aseamos a mi señora dejándola con la cama arreglada, yo me fuí a preparar el desayuno y mi compadre se fué a su casa.

Mi hijo despertó y después de desayunar se despidió de su mamá y antes de irse, me preguntó qué le pasaba ?  le dije que se sentía mal y era mejor que descanse.

Después cocinando llegó el compadre y acariciando a mi señora me dijo que está bien que descanse y que más tarde traería más medicinas.

Terminando me eché con ella quedándome dormido hasta las 3 pm, qué llegó mi hijo, almorzando en la cama los tres. 

Al quedarnos sólos me miró, lloró y me abrazó fuerte.

Rosa : Amor, creo que no nací para puta. No puedo es mucho para mí.

Yo : Está bien amor, no hay problema, lo más importante ahora es que te cures.

Le traje las pastillas, en éso llegó el compadre y después de saludarla, la pusimos boca abajo con dificultad, al revisarla vimos su ano bien rojo, abultado y abierto, con pequeños grumos de heces con leche y sangre.

Yo : Amor, podrás pararte para ir al baño ?

Rosa : Si, tengo ganas de ir.

Me fuí a decirle a mi hijo qué iba a estar ocupado con su mamá. No hay problema, yo salgo horita y regreso a las 8 me respondió.

Entre los dos la llevamos calata como estaba y al sentarla, soltó sus excrementos con fuerza, haciéndola llorar de dolor diciendo.

Rosa : Qué vergüenza que me vean ...

... así.

Yo : Nada de éso mi amor, lo qué estás pasando es culpa de nosotros.

Cumpa : Más qué nada es mi culpa comadre. A veces me molesta tener esta verga tan grande, que no hace más qué traer dolor a las mujeres y a mi no me deja gozar como quiero.

Rosa : No sé sienta mal compadre, el problema soy yo por no poder aguantarlo.

Terminando la llevamos a la ducha y vimos qué había dejado buena cantidad de caca con sangre y leche.

Quitándonos la ropa la bañamos entre los dos, aprovechando en acariciar sus hermosas piernas, su buen trasero y sus lindas tetas qué por cacharla, no disfrutamos de su belleza.

Terminando, comenzamos a besarle el cuerpo y a morderla por todos lados.

Rosa ; No hagan éso por favor, miren qué soy una mujer convaleciente.

Jajaja jajaja jajaja reímos todos.

Terminando nos secamos y dejándola en una silla, cambiamos las sábanas y volteamos el colchón, mientras ella contemplaba moverse nuestras vergas

Echada en la cama boca abajo le untamos la crema medicinal y nos acomodamos los tres. Ella al centro.

Yo : Amor, cómo te sientes ?

Rosa : Ahora mucho mejor, sólo con un poco de sueño.

Cumpa : Son las pastillas comadre. Me quedaré mañana para atenderla ?

Rosa : No compadre, vaya a trabajar, yo puedo hacer mis cosas. 

Dormimos hasta las 7, yéndose el compadre a su casa y yo calenté la cena que ingerimos en la cama.

Yo : Seguro que mañana puedes hacer tus cosas o quieres que me quedé.

Rosa : Amor, no me engrias tanto que me lo ...