Primera sesión de peggin con mi tía - Relatos Eróticos

Primera sesión de peggin con mi tía

Continuación de mi relató anterior
https://relatos-eroticos-club-x.com/132633_un-inicio-incestuoso-y-peculiar-con-mi-tia

Después de haber vivido ése peculiar inicio incestuoso fue creciendo en mi cada vez más dudas respecto a mi sexualidad, pero estaba seguro de querer seguir experimentando.
Comenzando la historia, ya había pasado casi dos meses desde qué mi tía se había mudado a su nuevo departamento dejando atrás la casa de mis padres, y a su vez poniendo fin a nuestras discretas actividades incestuosas. Esto fue no por gustó, si no por la nueva distancia qué había entre nosotros.
Yo me sentía impaciente después de todo quería volver a sentir el placer qué me proporciono mi tía aquella noche, extrañaba también sus regalos nocturnos en los qué podía disfrutar de su aroma corporal. Sin embargo no pude hacer nada más qué esperar a tener una nueva oportunidad de cumplir mis fantasías. 
Tuve qué esperar hasta el final del verano a prácticamente una semana de regresar a clases, pero por fin llegó una nueva oportunidad. 
Había sido el cumpleaños de mi padre por lo qué hubo reunión familiar, entre ellos volví a ver a mi tía. La cuál en ningún momento rompió su papel de tía, supongo qué para no levantar sospechas. Un par de horas más tardes mientras todos ya se encontraban bastante tomados, y en la terraza. Mi tía me hizo señas de qué la siguiera cosa qué hice sin dudar. 
Me llevó hasta el baño. No hubo necesidad de hablar, ella vio en mi lo qué deseaba. Comenzó a meter ...

... sus dedos de nuevo en mi ano, mientras me decía al oído qué me masturbara. 
No podía creer cómo era posible qué sus dedos se sintieran mejor qué un pené. Siguió metiendo y sacando sus dedos de mi ano, hasta qué vio mi rostro sabía qué quería qué me volviera a pasar la lengua por ahí. Su rostro reflejo bastante lujuria. 
Con una mano tomo mi pené, mientras comenzaba a darme lengua, sentía cómo recorría por completo mi ano con su lengua, llegando a meterla tan profundo como fuera posible. Mi exitacion fue tanta qué termine teniendo un órgasmo. 
Después de eso salimos del baño, ya no regresamos a la terraza si no qué nos fuimos hacia el patio lo más alejado de la familia cómo fuera posible. Al llegar comenzamos a charlar cómo si no hubiera pasado nada, pero pronto la conversación sé fue llevando de nuevo a temas más sexuales. Comenzó a decirme qué quería meterme un dildo, qué tuviéramos una sesión de peggin y demás cosas sobre fendom. Ese día acordamos un par de cosas pero ambos estábamos de acuerdo en casi todo. 
Dos días después fui a su apartamento, en el cual me recibió con bastante amabilidad, y para no ser repetitivo se volvió a repetir todo lo qué relate previamente con la excepción de qué cuándo termino de lamer mi ano, comenzó a colocarse un arnés junto a un dildo qué vibraba con bastante intensidad. 
Esté era mucho más grueso y largo qué los penes reales qué me habían penetrado antes, por un momento pensé que no entrarían con facilidad. Pero era tanta la dilatación ...