Un relato corto - Relatos Eróticos

Un relato corto

Cerca de los 18 años, y lleno de deseos por conocer más de mi sexualidad, por azares del destino llegué a la casa de mi primo; mayor que yo por 3 años, sin mis tíos en casa nos pusimos a ver películas pornos, no tardamos mucho antes de comenzar a sentirnos calientes. 
Mi primo fue el primero en quitarse la ropa mostrando su verga y yo seguí atrás de el. Cada quien desde su sillón se masturbaba viendo las pelis, hasta que en cierto momento el se acercó a mi y sin decir mas tomo mi mano para posarla en su verga y su mano se poso en la mía.
De inmediato mi calentura se incremento a tal grado que sin pensarlo acerque mi boca a su verga, y todo cambio.
Mientras yo se la mamaba, el gemía de placer. 
El momento se volvió tan intenso, que terminamos haciendo un 69.  
La verdad es que no era la primera vez, las cosas se dieron y de pronto mi primo ya me tenía en cuatro, tratando de meter su verga. Mi culo no cedía, entre la calentura y la pena, su verga no entraba. 
De pronto siento como su cara se mete entre mis nalgas y su lengua taladraba mi culo, sensación que me llevo hasta el cielo, la verdad es que hasta un par de gemidos salieron de mi boca, momento que aprovecho el para ponerse de nueva cuenta atrás de mi y sin miramientos empujó su verga contra mi culo, el cual cedió de inmediato, su pelvis tocaba mis nalgas y yo estaba ensartado y disfrutando a pesar del dolor intenso. No hubo más tiempo, un par de sacadas y metidas y ya estaba llenando mi culo de su leche.
El solo bufaba mientras yo solo disfrutaba. Después de ese día hubo más de lo mismo, mi culo se fue acostumbrando a tener una verga dentro y yo vivía pidiendo que el tuviera tiempo para mí.