Solo corriendo riesgos me satisface la verga - Relatos Eróticos

Solo corriendo riesgos me satisface la verga

No concuerdo de las etiquetas que no cuelgan a las mujeres que nos encanta la verga de ser así todas estamos en el mismo huacal de no ser aso cogerían una o dos veces y adiós vergas, por ese hecho somos llamadas putas 
Mi caso especifico surge de una manera digamos normal, siendo ya casada a mi esposo y a mí nos encantaba coger en cualquier rincón de la casa, a mi en especial mientras más incomodo era más me excitaba ya me había convertido en contorsionista, si a eso le sumo el tamaño de la verga del ahora difunto que media veinte centímetros me mantenía feliz y dinámica, en algunas ocasiones que nos gano la calentura hasta cogimos en la calle, acto demediado arriesgado y peligroso más peligrosas la veces que cogimos en la oscuridad de algún parque publico 
Al quedar viuda y con solo veintiocho años y con la vida sexual que lleve aun contaba con muchos deseos de continuar cogiendo el problema estaba que vivo en una ciudad pequeña donde tanto hombres como mujeres no son nada discreto, si realizas algo bueno nadie se entera pero si lo consideran malo en diez minutos toda la ciudad ya está enterada 
Para satisfacer mi apetito sexual viajaba 130 km para poder coger sin ocultarme y libremente con cualquier tipo desconocido y aunque algunos de ellos contaban con buena verga no me sentía satisfecha pienso que era por la falta de adrenalina al coger de manera arriesgada y encontré al tipo ideal una vez que llegue tempano a la ciudad y entre a un cine a mirar una película de las ...

... que llaman rosas 
Una vez instalada un tipo tomo asiento a mi lado y no habían trascurrido diez minutos cuando el tipo comenzó tocar una de mis piernas de manera discreta al ver mi pasividad se fue atreviendo a tocarme con más confianza hasta que metió la mano por debajo del vestido con semejante atrevimiento ya estaba vibrando deseando que su osadía lo llevara a tocar mi panocha recordando a mi difunto y mi deseo de realizo cuando su mano llego a mi panocha y haciendo a un lado la tela de la tanga metió en mi ya bien mojada un par de dedos, acostumbrada a esos osados tipos de tocamientos no hice ni dije nada solo lo mire y le sonreí, le tuve que decir que se detuviera cuando sentí que podía tener un orgasmo y como mis escurrimientos son abundantes temía manchar mi ropa 
Abandonamos el cine y en un estrecho y oscuro callejón me empino metiéndome la verga con la adrenalina corriendo por mi cuerpo alcance dos orgasmos 
Eso era lo que necesitaba coger corriendo grandes riesgos no en la intimidad de cuatro paredes una vez concluido el acto me pregunto
¿Te gusto mami?
Me encanto
¿Quieres que te de mas verga? Podemos ir a un hotel
Si quiero pero no en un hotel soy como tú que te encanta correr riesgos podemos coger por los rincones de la ciudad sintiendo como la pación y la adrenalina recorren nuestros cuerpos hasta hacernos explotar
Fue en un pequeño pero oscuro jardín donde nuevamente me metió la verga, ambas metidas de verga fueron exprés porque no duraban más de diez ...