Relatos eróticos esposos cómplices cap 163 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 163

... derecho de la cama estaba mi marido sobándo mi cabeza y al lado izquierdo estaba mi papá acariciando mis tetas.

Nos miramos con mi hijo y dándonos un beso en la boca me lo empujó con fuerza, metiendo y sacando media verga violentamente gimiendo en ese esfuerzo lo mismo que yo soportando ése terrible dolor.

Viéndo qué su dolor aumentaba mi hijo decidió meterlo todo y moverse y yo al sentirme rota por mis partes vírgenes grité y cuando estaba por desmayarme mi marido me dió alcohol para oler y recuperándome, sentí dentro de mi todo el largo y grueso de su verga entrar y salir como en el sueño que tuve en la chacra de mi abuelo, sintiéndome la mujer más dichosa del mundo.

Luego jale a mi hijo y besándole la boca, sentía los chorros inmensos de leche caliente golpeando las paredes de mi concha, para luego llegar donde nunca nadie ha llegado.

Rendido se echó encima mío por 5 minutos y viendo a mi papá y a mi marido correrse la paja, les dije que subiera uno por uno, dejándome también sus leches dentro mío.

Nos acomodamos a descansar como pudimos por una hora, en qué le revisé el pellejo y había aflojado un poco, ...

... pudiendo ver una herida con sangre.

Nos bañamos certificando que mi hijo sangra a por la herida y yo por mi concha rota.

Nos bañamos y cambiados nos fuimos a cenar a la calle y la gente nos saludaba viéndonos felices, sin ellos saber por qué.

Entrando al restaurante de la mano de mi esposo mi papá que venía atrás me dijo que juntara las piernas.

Cenando también decidimos comprar una cama más grande y de pasada un  espejo para la otra pared.

Ésto lo repetimos diariamente hasta que al mes quedó libre su hermosa cabeza de mi hijo.

Ahora tenemos una cama más grande, otro espejo al otro lado de la cama y para cerrar con broche de oro un espejo grande en el techo, en dónde echada veo a mi hijo chuparme las tetas,  a mi papá chupar mi concha y a mi marido besar mis piernas, sintiéndome la mujer más deseada del mundo.

Ahora cacho con todos ellos a veces juntos o cuándo tenga ganas alguno de ellos, sintiéndome necesaria en su vida de ellos.

Ruego a Dios qué ésta felicidad dure por mucho tiempo y nos de salud para continuar cachando rico con ellos y que a mi papá se le siga parando la verga hasta los 100 años.