Mi hermano y Yo (Sexo con el tio Manuel) - Relatos Eróticos

Mi hermano y Yo (Sexo con el tio Manuel)

Mi hermano Jorge y yo siempre hemos tenido una relacion más que familiar, con el tuve la dicha de bañarme cuando eramos niños, pelear a su lado con los que nos molestaban, aceptar la pubertad juntos, abrazarnos de manera cariñosa cuando nos sentiamos estresados y por su puesto darnos nuestro primer beso al estar a solas. Un amor filial que va más allá de la union fraterna.

La vez que descubrimos nuestra sexualidad siempre estara grabada en mi memoria. Como una perejita feliz juntos nos quedabamos hasta la media noche en su habitación viendo películas en la televisión, hasta que un extraño canal comenzó a transmitir porno de todo tipo. Viejas cachondas que mostraban sus tetas a sus machos y gemian como locas. Era nuestro ritual de fin de semana, con las luces apagadas y el volumen muy bajo podiamos ver lo que un hombre le hacia a una mujer. Ver esas vergas inmensas solo hacía que sintieramos todo ese calor dentro de nosotros y acariciabamos nuestras pollas adolescentes. Despues de eso empezamos conocimos la masturbación y nos emocionabamos al ver cuerpos masculinos, en revistas, en series, en peliculas, en la marca de boxers que nuestro papá compraba en fin los dos sabiamos que nos gustaba vernos y sentirnos asi. De modo que mi hermano se metio en un gimnasio para impresionar y yo tomaba clases de danza. Teníamos 17 y 15 años respectivamente cuando el solo vernos despertaba algo en nosotros. Me besaba al estar a solas, me tomaba de la cadera y me cacheteaba las nalgas. ...

... Nos encerrabamos y veiamos videos de strippers o porno gay para agarrarnos, sentir nuestras pollas y besarnos sin control. Era rico llegar de la escuela y sentarme en sus piernas mientras me apretaba con sus brazos. 

Cuando mi hermano cumplio 18 le di un regalo que jamás olvidó, al terminar su fiesta todos se fueron a dormir y le pedi que fuese a mi cuarto, entro estando las luces apagadas, lo recibi con un abrazo por detras y le dije que lo amaba. El correspondió dandome un beso que solo un macho como el puede darme y fue ahi cuando nos quitamos por completo la ropa, se subio a mi cama abrio sus piernas y me mostró su trozo de carne. Era tan liso y rosado con un olor limpio y penetrante que me cautivó al instante, entonces me dijo: Francisco, hermanito que vas a hacer? No respondi y solo comenze a oler un poco de esa carne fresca que tenia, la masturbe y empecé a lamer su verga, probé muchas cosas, recorrer solo con mi lengua su miembro, recorrerlo con mi boca, introducirlo todo en mi boca, probé lamer sus testículos, y ahi supe que eso le gustaba mas, tanto que empezó a gemir fuerte, me subí encima de el, le tape la boca y su verga explotó al sentir el rose de mis nalgas. 
Ahí mismo empezó nuestro insestuoso amor, siempre buscabamos formas de estar juntos, de chuparle su verga o él de besar mi culo: a media noche en su cuarto, en fiestas familiares, cuando saliamos juntos, cuando nuestros papás peleaban, o cuando de plano estabamos solos en casa y veiamos porno juntos, ...