1. El taxista abusa de mi


    Fecha: 09/08/2017, Categorías: Erotismo y Amor Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    ... burlonamente y me decía palabras fuertes e insultos, cosa que me mojó más la entrepierna, mis forcejeos se iban desvaneciendo y dejé de gritar por auxilio.
    
    Cuando el notó que en lugar de oponerme comenzaba a cooperar se enfureció:
    
    -Nada de coger esta noche! Te traje aquí para violarte a mis anchas y así lo haré - me dijo.
    
    Me giró bruscamente y me puso bocabajo. Sacó de la mochila un lazo con el que me ató ambas manos detrás de mi espalda y colocó un pañuelo dentro de mi boca. En ese momento me invadió el pánico al no saber de lo que este sujeto era capaz de hacerme. Mis gritos ahogados fueron suficientes para que su polla se endureciera y muy a pesar de su edad la erección que mostraba era cosa seria, dio un escupitajo a su mano y untó la punta de su pija con saliva. Intenté zafarme de los nudos que me aprisionaban cuando sentí sus manos abrir mis nalgas y antes de que pudiera parpadear me atravesó el coño con su palo de una sola embestida. El grito que solté no llegó más allá del pañuelo que tapaba mi boca. No fue agradable recibir toda su estocada, me dolió bastante ya que el miedo había resecado un tanto mi vagina, aunque la razón principal del dolor que sufrí fue debido al instrumento del taxista, era mucho muy grueso y sin duda el más gordo que me habían enterrado nunca. El tipo me la clavaba como si nada, sin interesarle si disfrutaba o si me lastimaba. Todo su cuerpo aplastaba el mío, me asfixiaba, sentía que me faltaba el aire. No me podía mover ni un ...
    ... centímetro, me invadió toda, sobretodo la vagina pues me frotaba al mismo tiempo todas mis paredes por dentro, expandió mi coño, fue como sentir un puño entero penetrar mi concha. El tipo bufaba sobre mi oreja y emanaba un olor fuerte, sudoroso y sucio que por alguna razón me excitó de una forma salvaje hasta ese momento desconocida para mi. Siguió con sus embestidas una tras otra, mi coño se estiró y adaptó a semejante pene, soltando jugos en cantidades exageradas. El tipejo notó que mis gritos de dolor y miedo se transformaron en gritos salvajes de placer y que yo intentaba decirle algo pero el pañuelo en mi boca impedía que me entendiera. Con su mano removió el pañuelo y por fin pude gritarle:
    
    -Viólame con furia hijo de puta! - le ordené en el instante que pude tomar una bocanada de aire.
    
    -Menuda puta! Bien supe al verte que te encanta la verga! Estás de suerte de que te viole una polla como la mía – me dijo al oído al tiempo que aceleró el ritmo de sus metidas.
    
    Luego de un rato de estarme dando en esa posición frenó sus movimientos y se bajó de mi para poder salirse del taxi. Bajó sus pantalones hasta las rodillas mientras me miraba ahí tendida en el asiento trasero de su taxi. Yo me sentí como si me hubiera embestido un tren, estaba agotada sin poder mover un solo músculo, cuando de repente el tipo me sujeta y me obliga a sentarme en la orilla del asiento con las piernas afuera del taxi. Mi cara quedó justo a la altura de su cintura, me tomó del cabello y acercó su ...