Alura (Los amigos de mi hijo 2da parte Joel y César) - Relatos Eróticos

Alura (Los amigos de mi hijo 2da parte Joel y César)

... si hubiera colgado el celular... Umm que creen chicos, que la amiga que iba a visitar tuvo una urgencia y ya no podré verla, pero no se preocupen los acerco a sus casas... No sé preocupe señora Alura nos puede dejar aquí y no hay ningún problema, respondió César... no, no, no como creen, los llevo... en verdad no es necesario... bueno la verdad es que no quiero regresar ahorita a casa,  saben iba a platicar con mi amiga, ya que tengo algo que contarle que me ha puesto triste y quiero desahogarme... Todo bien señora Alura?... Sí, bueno no muchachos, lo que  pasa es que mi esposo me anda engañando obviamente no era cierto, sólo era el pretexto para que se compadecieran de mi y me consolaran, entonces empecé a llorar y Joel quien iba adelante del carro conmigo me dijo... no, no llore señora Alura, no se ponga triste y yo  acerqué mi cara a su hombro para que me reconfortara, snif, snif me estuvo abrazando durante algunos segundos, luego, les dije gracias por confortarme y le dí un puiquito en en los labios a Joel como muestra de gratitud, él quedó desconcertado, pero no dijo nada, sólo nos quedamos viendo por un par de segundos, y yo me abrace de nuevo a su cuello y nos empezamos a besar apasionadamente, cerré los ojos y sólo me dejé llevar, al parecer el estaba dispuesto a aprovechar la ocasión y no dejó de corresponderme, imagino que nunca en su vida había besado a una mujer madura y menos tan ardiente como yo, yo sólo les dije, César tu solo quieres ver o te gustaría ...

... participar?... Cla, claro que sí, entonces acercó su cabeza y con ambas manos la tomé y le dí un también un beso pasional, le metí la lengua a su boca y empecé a enredarla en la suya, sabía que, aunque la oscuridad de la noche y el poco tránsito de personas y carros por esa calle, estábamos expuestos a que alguien nos viera, pero estaba tan caliente que no me importó,  luego así como pude por en medio de los asientos delanteros me desplacé hacia la parte de atrás del carro y me seguí besándo con César, el no tardó en empezarme a manosear las tetas y por debajo de mi blusa, me las tocó directamente con una de sus manos, empezándo a magrearlas, luego Joel se bajó del carro y se pasó también a la parte trasera y ahora era el turno de complacerlo a él, quien al ver qué César había manoseado mis tetas sin que le dijera nada, él también se sintió con la libertad de hacerlo, yo me subí la blusa y le dije a César que me retirara el brassier y les dije vengan bebés, quieren que los amamante, ummmm y ambos empezaron a mamarme cada quien una teta, me sentía muy caliente en la parte trasera de mi carro con dos jóvenes comiéndome las tetas y con la sensación de ser sorprendida por alguien, pero no me importaba, lo único que me importaba era saciar mis ansias de sexo y de desquitarme de Pablo, el pensar que en ese momento me estaba entregando a sus amigos me excitaba en demasía, por lo que le abrí la bragueta el pantalón a Joel y me acomodé mi cabello para empezarle a hacer una buena felación, ...