Relatos eróticos esposos cómplices cap 167 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 167

CONTINUACIÓN 

Hola amigos, soy Joaquín y con mi hija Lala les seguiremos contando, cómo termina nuestra aventura que en el cap 166 iniciamos.

Saliéndo de la ducha, mi hija no podía caminar muy bien por el dolor y con una crema y unas pastillas la hice descansar hasta las 6 de la tarde que llega su marido, teníendo que volver a cocinar y almorzar sólo con mi nieta.

Mi hija aún adolorida, se arregló para esperar a su esposo, caminando con las piernas abiertas y doblada, que tuvo que disimular para no levantar sospechas de su esposo.

Cenamos y conversamos algunos temas triviales y terminando nos fuimos a descansar.

Mi hija asustada entró a mi cuarto en la mañana al quedarnos solos.

Hija : Papá, como adivino, igual que la vez pasada me cachó ahora por el culo

La abracé diciendo : pobrecita, cómo te habrá hecho sufrir.

Hija : Bastante papá, por qué me ardía y como ahora se demora más, sólo tuve que aguantar hasta que terminó y su leche caliente me quemaba mi culo.

Yo : Seguro, por que los pliegues de tu ano aún están inflamados.
Déjame revisarte.

Lo tenía hinchado y bien rojo saliéndo aun leche por su huequito.

La lavé, la desinfecte con agua oxigenada que le alivió y echada en la cama descansó, teníendo que cocinar y almorzar nuevamente sólo con mi nieta, quién preguntó por su mamá. Le dije que estaba enferma y era mejor que descanse.

A las 6 la desperté.

Yo : Hija, con ésto creo que yá se debe haber dado cuenta de lo que pasa.

Hija : ...

... No creo papá, por qué me dió un beso y volteandome se echó encima y lo metió, moviéndose con velocidad se vació entrando en mi culo una parte y otra se quedó en mi ano y mis nalgas

Luego se durmió y yo me levanté a lavarme por qué me ardía mucho.

Yo : Pero él no te ha visto el culo ?

Hija : No, por que todo lo hacemos con la luz apagada.

Yo : Bueno, tal vez no se ha dado cuenta. Pero yo pienso, por su cambió de actitud, sospecha algo y por éso está tranquilo.

Hija : Papá, vamos a pensar en un plan para que participe con nosotros y estar tranquilos los tres.

Yo : Hija, es necesario que tengamos que llegar a denigrarnos ?

Hija : Papá, sé que para tí es más difícil entender que para mí. Aquí en la capital sus costumbres son más liberales que en nuestro pueblo.
Por momentos también pienso que nos estamos condenando, pero reacciono pensando así. 

La naturaleza nos lleva a buscar el placer y la felicidad, qué es lo Dios quiere para nosotros. Si no hubieras venido a vivir con nosotros, tal vez hubiera dejado que me cache el esposo de mi amiga y tú estarías con una mujer y con otra, expuestos los dos a qué nos hagan un daño o nos infecten o nos extorsionen.

Vez, contigo acá conocí el verdadero placer y tú también lo estás disfrutando y quien sabe mi marido también, por qué él como mi amiga y su marido son más liberales y lo ven en una forma diferente. Por éso en forma normal mi amiga me dijo que si quería le decía a su marido que me caché.

Yo : Está bien ...