Fiesta anal y descontrol - Relatos Eróticos

Fiesta anal y descontrol

Este es uno de los mejores recuerdos de la universidad, tenía un grupo de amigos y amigas los cuales éramos bastante locos, consumíamos sustancias y de vez en cuando cogíamos duro con las chicas, pero una ocasión, en medio de los tragos y marihuana, decidimos ponerle un reto a una amiga, éramos 4 hombres y ella, se llamaba Vanessa, tenía un culo gigante al que fantaseaba con hacerle sexo anal duro y profundo. Vanessa ese día tenía un enterizo deportivo lo que hacía ver su culo muy apetitoso y gelatinoso, que rebotaba con cada acción y movimiento que realizaba. Entonces Vanessa ya un poco borracha, aceptó nuestro reto, si perdía en el juego de carta tendríamos una fiesta anal en donde su ano sería el protagonista y disfrutaríamos de el a nuestro antojo, no podía decir no a nada y darnos su culo sin chistar. Procedimos a jugar y Vanessa perdió, todos nos enloquecimos y contentamos, Vanessa dio su consentimiento de que le hiciéramos de todo en ese culo y empezó la acción. Mi amigo Juan la agarró del brazo y la puso a chupar mientras Jeff le rompió el enterizo y bajó su ropa interior, abriendo sus nalgas para que todos pudiéramos apreciar ese ano perfecto, depilado y sudoroso. Mientras Vanessa seguía mamando verga, todos empezamos a tocarle el ano, meterle el dedo, darle nalgadas, escupirle el ano, meterle objetos (que no la lastimaban, para dilatarla) y a grabar toda la acción, luego dejó de chuparsela a Juan y la pusimos en cuatro para que se la chupara a Jeff y yo sería el ...

... primero en darle duro por el culo. Le unté un poco de vaselina y se la metí sin piedad, ella hizo una expresión de dolor pero Jeff la agarró más fuerte para que siguiera chupando y yo con mi pene adentro, maravillado, su culo se tragaba mi verga y sentía un vacío inmenso que me la succionaba, mientras ella seguía chupando empecé a meter y sacar mi pene rápido y duro, no podía parar ya que las succiones que me daba ese culo, me tenían en el cielo. Seguía el turno de Camilo, el cual había lamido su ano fuertemente antes de que empezara la penetración, pero el no tuvo piedad, la acomodo de manera que sus manos las agarramos yo y Jeff y Camilo quedó en control de ese culo, se la introducía violentamente, disfrutando de su ano sin consideración alguna, el solo gemía mientras Vanessa decía que parara un poco porque sentía que le ardía el culo y que si se lo chupaba más, pero Camilo estaba encarnizado metiendo y sacándole el pene, disfrutando y jadeando fuertemente. De vez en cuando lo sacaba hasta la mitad para apreciar como su culo apretaba de rico, y para que todos viéramos como sufría su ano, así seguía en un buen rato. Al dejar de metérselo, la acostamos boca abajo encima de la mesa de billar y abrimos su nalgas para ver cómo había quedado su ano de castigado, estaba aún un poco cerrado y rojizo, lo cual nos encantó, un buen ano penetrado como se debía. Para dejarlo descansar un poco se nos ocurrió la idea loca de introducirle la puntica del palo de billar, sin lastimarla, además ...