Relatos eróticos esposos cómplices cap 171 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 171

... besándome Efrain empezó a desnudarme y yo también a el, ante la mirada de mi marido quien se desnudaba lentamente.

Ví por primera vez un cuerpo negro desnudo lleno de pelos grises en su cuerpo. Su cara iba cambiando de decente a mañoso, aumentando mi morbo. Cuando se sacó el calzoncillo salto una vergota negra, con una cabeza gruesa y brillante, que me miraba por su gran ojo mojado, teníendo una medida de 18 x 3 pero doblada hacía un costado.

Con mi marido nos miramos y nos sonreímos. Luego me agaché y con las yemas de mi mano le acaricié desde la punta de su cabeza hasta sus huevos gordos, viéndo qué comenzaban a aparecer un par de venas bien gruesas a todo su largo provocando sentirlas dentro mío.

Luego con mi lengua hice el mismo recorrido por 15 minutos, en que me cargó, llevándome a la cama en dónde con las piernas abiertas sentía su lengua caliente en mi concha, sacando mis jugos que Efraín se tragaba.

Después de hacerme saltar por 20 minutos se dirigió a mi culo, logrando meter una parte de su lengua dura a mi ano, dándome un cosquilleo y al notario me dejó, yéndose a mis tetas que mamo por 10 minutos.

Luego en misionero coloco la punta de su verga en la entrada de mi concha y mirándome a los ojos con una cara de depravado que me excitó me dijo.

Efraín : Wendy, sabes cuántas noches te soñé y cuántas pajas me hice en tu nombre. Pero no importa yá estoy encima tuyo y pronto dentro de tí. Disfrutemos los dos por favor.

Me besó y comenzó a meterme su ...

... verga dura, que si bien no es tan grande como la de Manuelito, es muy encorvada lastimando partes vírgenes de mi concha haciéndome gritar, cosa qué creo lo disfrutaba al 100.

Mi marido me acariciaba el cabello mientras yo sufría tratando de albergar esa nueva forma de verga dentro de mi conchita sin sufrir mucho, teniendo que colocarme de costado para permitir el ingreso con menos dolor, hasta lograr tenerlo dentro mío.

Ufff al fin, la sentí toda, su gran musculatura y su jardín de pelos pegados a mi frágil cuerpo elevó mi ego y me preparé a gozar con los movimientos que vendrían.

Empezó sacando y metiéndo su verga y sintiéndo gusto comencé a moverme en círculos y nuestras velocidades aumentaron, hasta que después de brindarle mis 4 orgasmos, soltó una gran porción de leche caliente y con dos estocadas me dejó hasta su última gota.

Me dió 5 besos en la boca y se deslizó a un lado y viéndo con mi marido ésa verga negra mojada salir de costado por mi concha. Al ver a mi esposo con su verga parada lo invité a que me monte, después de limpiarme se puso encima mío y mirándonos resbaló suavemente su verga hasta el fondo pudiendo percibir el gusto que se siente al probar vergas de diferentes formas.

Nos miramos, sonreímos y comenzamos a movernos ante la mirada de Efrain que apretaba mis piernas. Disfrutamos por 5 minutos en qué mi marido rellenó mi concha con su leche caliente.

Después de sus estocadas se salió colocandome al centro de la cama, en medio de mis dos ...