Mis Memorias - Relatos Eróticos

Mis Memorias

Saliendo del departamento de mi abuelo, decidí caminar hasta mi casa, aún así adolorida, pero necesitaba ordenar mis ideas, por qué tenia para tranquilizarme.
Tenía un laberinto en mi cabeza de preguntas y sensaciones que quise tratar de ordenar y definitivamente tenía que hacerlo yo sola por qué a nadie le podía preguntar.

Ahora puedo considerar a mi abuelo como mi marido ?

Qué estará pensando mi abuelo de mi?

Mi conchita le habrá gustado más que las de  sus mujeres anteriores.

Con su edad cómo la puede tener tan dura y tan grande.

Cómo hizo para meterla toda ?

Por qué su leche es más salada que la de mi papá ?

Si mi papá me la quiere meter. Se dará cuenta qué yá me rompieron.

Me dolió mucho en todo momento, pero también me gustó.

Sentir ésa culebra gorda acomodarse adentro mío, me hizo tan feliz.

Si mi mamá se entera me mata, por qué yo soy hija y él su papá.

En el camino compré las pastillas, por qué aparentemente mi abuelo me quería seguir cachando. Yo no estaba segura de aceptar pero las compré por si cambio de opinión.

Oculte bien las pastillas para que no las vayan a descubrir.

Entrando a mi casa traté de caminar normal, aún así me ardiera, pera que no se den cuenta que yá no era la misma. 

Entré a mi casa y mi mamá llorando se acercó a mí, poniéndome nerviosa.

Mamá : Cómo sigue tu abuelo ?

Yo : Ay mamá, estaba deprimido en su cama y conversando con el y contándole unos chistes, se rió y no quería que lo dejé.

Mamá : Yo no voy hace dos días por qué mebda pena verlo tan triste, pero mañana estoy por allá.