1. Amamantando a papá


    Fecha: 09/08/2017, Categorías: Incesto Autor: Saull69, Fuente: CuentoRelatos

    Hola. Me llamo Sara. Quería contarles una historia real que sucedió despues de separarme y que continua todavía. Tengo 27 años y hace dos me separé y me fui a vivir con mi padre que era viudo. Mi padre, de 57 años, y un poco chapado a la antigua, me acogió con agrado al principio pues se encontraba muy solo desde que murió mi madre, pero cuando se enteró de que estaba embarazada, me insistió para que hiciera las paces con mi marido. Yo me negué y lo amenacé con tirarme a la calle si no me aceptaba en su casa hasta que encontrara trabajo. Al fin accedió e incluso se monstró ilusionado con mi próxima matenidad. Mi padre siempre había sido cariñoso conmigo aunque, de natural serio, no era demasiado expresivo ni gustaba de abrazar o besar a la gente, incluso de la familia. Mi embarazo lo había enternecido sin embargo. Me quedé muy sorprendida cuando me dijo la primera vez:
    
    -A ver esa esa pancita como va?
    
    Y cuando se la hube enseñado, levantándome un poco la parte de arriba del camison que llevaba en es momentos, me puso la mano y me la acarició suavemente.
    
    Me acostumbré al seguimiento diario que mi padre hacía de mi embarazo y yo misma le decía a veces, levantandome la blusa: mira como se nota ya! Y me acercaba para que él mismo lo comprobara pasándome la mano por mi vientre, a penas prominente. Yo también estaba muy ilusionada y andaba todo el día con la barriga al aire. Me sentía maravillosamente con mis pechos hinchados, turgentes, nunca los había tenido tan ...
    ... ricos. Por la noche, cuando me metía en la cama, o en el baño, mientras me duchaba, me los acariciaba y me los apretaba dandome muchísimo placer.
    
    Mi padre le cogió gusto a besarme la panza porque cada día lo hacía mas detenidamente y por mas tiempo. Lo tomó como un ritual. Nunca pensé que mi padre pudiera estar excitándose sexualmente con esas caricias hasta el día en que yo misma, durante una placentera sesión de suaves masajes en mi panza, sentí una especie de escalofrío que me recorrió todo el cuerpo al sentir que la mano de mi padre hacía circulos muy abiertos sobre mi barriga y llegó a rozar los pelitos de mi pubis que me salían por al lado de la bombacha. Por dentro, me tensé bastante al sentir ese escalofrío pero hice como que no se me notaba y disimulé como pude mis pechos para que mi padre no notara como se me habían puesto los pezones con aquel latigazo, pues no llevaba sujetador y la tela del vestido era muy ligera. Al poco, mi padre se retiró y nos despedimos para ir a dormir. Me fui a mi cuarto con la entrepierna mojada y los pechos excitadísimos y cuando estuve sola me abrí los labios del coñito y me di placer entre jadeos callados para que mi padre no me oyera.
    
    Mi padre siguió con sus toqueteos diarios a mi barrigota sin pasar de ahí. Eso sí, las miradas que me lanzaba a las tetas mientras me acariciaba no me pasaron desapercibidas, sobre todo después de que aquella caricia fortuita o que yo creí tal, en los pelitos de mi pubis, me hiciera vibrar como lo ...
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