Intentando no serlo
Fecha: 24/12/2018,
Categorías:
Gays
Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues
... "chongo", Arturo, un tipo de unos 30 años, alto, más flaco que gordo, espaldas anchas, piernas fuertes y un culo tremendo, piel blanca, barba rala negrísima y unos ojos negros de mirada intensa. La química con Lucas fue inmediata y el noviazgo de dos se hizo de "dos y medio" porque Marta y Arturo invitaban a Lucas a casi cuanta salida hacían (salvo al telo por supuesto). Arturo tenía una forma de ser muy entradora. Terminó haciéndose amigo de los padres de Lucas y más de una vez venía solo a casa de Lucas para tomar mate con María o con Alberto. Lucas estaba muy feliz de que el novio de su prima fuera tan buena onda y que esa relación, en lugar de hacerle perder a su amiga del alma, le estaba haciendo ganar un buen amigo. El novio de Marta laburaba como vendedor de seguros ejecutivos, por lo que su trabajo lo mantenía en la calle la mayor parte del tiempo, visitando prospectos, lo que le daba gran libertad de horarios. A poco más de un mes de conocerlo le ofreció a Lucas que fuera a trabajar con él. Bingo!, Lucas aceptó de inmediato y así se convirtió en un novato vendedor de seguros en la misma empresa donde trabajaba Arturo. Todas la mañanas se bañaba, se hacía su primer pajita del día, sin deditos como la nocturna pero pensando en las mismas cosas, viajaba en bondi una hora hasta la capital y se encontraba en la empresa con el novio de Marta, recibían los prospectos del día y salían a visitarlos. Arturo le enseñó mucho y recién luego de un mes lo largó solo. Desde ...
... entonces sólo se veían por la mañana y a veces para almorzar en Banchero o alguna otra pizzería. En una de esos almuerzos Arturo le comentó: - Lucas, hace rato que ando pensando que necesitamos un departamento por acá por el centro, chiquito, nada especial, para tener un lugar donde refrescarnos un poco los días de calor, descansar un rato los días de poco trabajo, no estar al pedo en un bar los días de lluvia o prepararnos un churrasco en lugar de andar comiendo mierda todos los días, no te parece? A Lucas le gustó la propuesta, la verdad las tardes de calor en el centro eran insoportables. - La idea está buena, pero no saldrá muy caro? - Lo pagamos entre los dos, antes a mi solo se me complicaba. Igual, como yo gano más que vos, al principio podemos hacer 70-30, te parece? Tengo un amigo con una inmobiliaria, algo nos va a poder conseguir bueno y baratito. - Dale, averiguá. - Pero Lucas, no le digas nada a Marta. Vos sabés lo celosa que es y seguro va a pensar que lo vamos a usar de bulo para llevar minas y me va a armar un quilombo bárbaro. El secreto entre compinches le encantaba. Ni a Marta ni a nadie. Pasaron un par de semanas y una mañana, cuando salieron de la reunión matinal en la empresa, en lugar de ir con los demás vendedores a tomar el primer café, Arturo le dijo -vení, acompañame que te quiero mostrar algo. Fueron hasta Viamonte y Uruguay. Arturo se paró en el palier de un elegante edificio de la década del 40 y le mostró una llave. -Ya lo conseguiste? Muy caro? - No, ...