INVITANDO A SALIR A MÓNICA
Fecha: 24/12/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mónica es una chica de apenas 26 años, es delgada pues hace mucho ejercicio, mide aproximadamente 1:65; su cabello es castaño oscuro y le llega a media espalda, sus piernas son bonitas y torneadas; algo muy bonito de ella son sus nalgas pues las conserva paraditas y muy duras a la vista. A pesar que sus senos no son muy grandes, suele hacerlos atractivos a la vista con el uso de ropa entallada a su cuerpo.
Mónica por ser joven aún, le gusta vestir muy coquetamente para tratar de llamar la atención de los chicos de su edad, por lo regular le gusta usar faldas a la rodilla y blusas de tirantes con generosos escotes; su ropa interior suele ser chiquita y muy sugerente, pues casi siempre usa diminutas tangas y brasieres de media copa con encaje muy fino. En lo que respecta a calzado, siempre le gusta usar tacotes altos para hacer ver su figura más alta y sexy.
Aquel día como cualquier otro que nos veíamos, estaba yo en mi automóvil esperándola a tres cuadras de su casa, frente a un pequeño centro comercial. Habíamos quedado de encontrarnos un sábado a las 9:30 para ir a algún discreto lugar para "platicar".
El día anterior había ella ido a verme a la escuela donde le doy clase para recoger un trabajo que tenía pendiente de entregarme.
Desde el primer día que la vi en el salón de clases, me fascinó: una piel apiñonada encantadora, una carita súper agradable, un cuerpo delgado con un culito respingón y unas tetas que sin ser muy grandes las tiene preciosas, tal vez sus ...
... tetas fue lo que más me llamó la atención desde el principio junto con el color de su piel, pero la verdad es que el conjunto en su totalidad es lo que me gusta; hay algunas chicas muy guapas pero con feo cuerpo, otras están buenísimas, pero feas; es difícil encontrar una mujer que resulte atractiva por cualquier lado que se le vea.
Siempre aprovechaba cualquier excusa para coquetear con ella en forma discreta y ella a su vez me correspondía con coqueteos y sonrisas, pero nunca pasaba de ahí.
Toda la clase me había entregado un informe que posteriormente entregué a cada uno de ellos ya corregido excepto un trabajo, el de ella. Como desde el principio noté que también yo le atraía, le pedí que fuera a recoger su trabajo a la hora del receso, que lo había olvidado en la sala de maestros, sin mucha idea de que aceptara, pero me sentí como flotar en nubes cuando me dijo que sí que con todo gusto pasaría a verme.
Ese mismo día le entregué su trabajo y le dije que me gustaría invitarla a salir al día siguiente, al principio no aceptó puesto que dijo que no era correcto ya que yo era casado y mi esposa también le daba clases. Le dije que solamente platicaríamos y que pasaríamos un momento inolvidable, por lo que Mónica terminó aceptando.
Y ahí estaba yo en el auto, esperando, como un colegial nervioso, la verdad es que yo sabía hasta donde podía llegar con ella, puesto que ya habíamos estado juntos antes. Mónica me había dado a entender que quería todo conmigo pero yo no ...