Capítulo IV: Cuerpo de diamante. - Relatos Eróticos

Capítulo IV: Cuerpo de diamante.

Me encontraba en el salón mirando a través de las cristaleras.Serian sobre las cuatro de la mad**gada, fuera soplaba el viento y movía las ramas de los árboles con gran intensidad.Los papeles surcaban el aire con total libertad y sin ningún rumbo fijo, como si bailaran al son de alguna música inaudible para el ser humano.Estaba allí de pie contemplando la calle con la mente totalmente en blanco, desnudo, mientras escuchaba a través de mis auriculares una canción de Ellie Goulding que salía de mi iPod.No quería despertar a Andrea que dormía en mi habitación después de haber estado unas cuantas horas practicando sexo.Yo no duermo mucho, hacia muchos años que no conseguía estar toda una noche entera en la cama.Aunque la verdad no necesitaba dormir mas de cuatro o cinco horas al día. Mi cuerpo se había acostumbrado a esa rutina y no aquejaba cansancio alguno durante el día.Aunque a la larga sabia que eso me pasaría factura.Estaba tan desconectado del mundo que no me di cuenta de la presencia de Andrea, hasta que esta me toco el hombro.Venia envuelta en la sabana de la cama que apenas dejaba algo de su cuerpo al descubierto.- Perdona si te he despertado, pero no podía dormir mas. – Dije con cierto aire de culpa.- No, tranquilo. De hecho no me había dado cuenta que te habías levantado. Ha sido al darme la vuelta y no encontrarte que me he preguntado si estarías bien.- Si, estoy bien gracias, solo que soy de poco dormir y no queria m*****arte.- Si hubiera querido pasar la noche ...

... durmiendo me hubiera quedado en casa, ¿no?. – Contesto con una sonrisa picara.Y dejo caer la sabana que la cubría al suelo, dejando su cuerpo desnudo delante de mi.La luz de las farolas se filtraba por la ventana e iluminaba su cuerpo como si de una diosa se tratara. Su pelo rojo parecía arder con la luz anaranjada de la calle y la sombra que proyectaban sus pechos los hacia si cabe parecer aun mas enormes.Sus pezones sonrosados tenían un precioso color asalmonado.Perecía una muñeca japonesa sacada de cualquier cuento Hentai.Se arrodillo delate de mi, colocando sus rodillas sobre la sabana arrojada por ella al suelo. Y comenzó a besarme mi miembro que se encontraba en reposo y que había cogido desprevenido.Notaba como sus labios se posaban sobre mi glande besándolo lentamente, mientras con su mano empezaba a masajearme el pene y los testículos.En seguida empecé a notar excitación y mi pene comenzó a ponerse erecto ante ella, que no dejaba de besarlo con sus labios.Cuando empezó a estar lo suficientemente firme para mantenerse solo y luchar contra la gravedad se lo introdujo lentamente en la boca y comenzó a lamerlo.Apretando fuertemente con sus labios mientras succionaba.Colocando mis manos en su cabeza rojiza, seguía el ritmo que ella marcaba con su boca.No tarde en tener una gran erección, me excitaba verla de rodillas, completamente desnuda.Metiendose toda mi polla en su boca hasta el interior de su garganta.- Separa las piernas un poco. – Me pidió.Aunque desconcertado por ...