Mis Memorias xxx 5 - Relatos eróticos - Relatos Eróticos

Mis Memorias xxx 5 - Relatos eróticos

Echada en la cama me sentí como pollo que iban a sacrificar, al ver la cara de espanto de mi mamá, viéndo mi pequeño cuerpo y al oso de mi padre con su vergota parada lista para atravesarme.

Mi papá se quitó la bata que tenía y comenzó a desnudarme del todo y mi mamá inquieta no sabía si quedarse o irse.

Yo notaba la ansiedad de mi padre por poseerme, incentivando mi morbo y curiosidad por saber si era cierto " que mi papá era un buen cachero ".

Por lo pronto su verga tenía buenas dimensiones, no era tan larga como la de mi abuelo, pero sí más gruesa. 

Mi mamá decidió quedarse acariciando mi cabello, vió a mi papá subirse a la cama y tomando mi cara me dió un beso en la boca con su cuerpo desnudo pegado al mio haciéndome sentir lo duro de su verga.

Después fué bajando por mi cuello llegando a chupar mis tetas hasta hacerme doler y luego siguió con su lengua hasta mi concha, haciéndome sentir más rico que otras veces, quitándome la vergüenza que tenía por la presencia de mamá.

Me dejó, después de sacarme tres orgasmos y volteandome hizo lo mismo con mi culo. Al terminar me volvió a poner boca arriba, pudiendo ver a mi mamá que disfrutaba con ésas escenas.

Luego mi papá se tendió en la cama con la verga bien parada y yo arrodillada se la chupé, sintiéndola ésta vez más deliciosa y al verle más detenidamente su mayor grosor, era por que tenía por partes en todo el largo de su verga grumos de carne.

Viéndo qué no aguantaba mi papá, me echó en la cama y ...

... poniéndose encima soporte todo su peso.

Mamá : Olle, no te eches encima, no ves lo delgada que es.

Yo ; Mamá, no te preocupes, pesa pero me gusta sentir ésa carga..

Al escuchar mi papá lo que dije, sin levantarse colocó la punta de su verga en la entrada de mi concha. Todos excitados miramos y con el tercer empujón logró meter la cabeza haciéndome gritar.

Mamá : Hijita, vas a sufrir un poco, pero después te vá a gustar. Aguanta un ratito más.

Mi papá lo metía con una maestría increíble, que no me hacía doler a pesar que sentía clarito cada grumo que entraba como si fuera un serrucho.

Me gustó tanto que quería que siguiera metiendo, pero yá lo tenía enterrado todo dentro de mi.

Mamá : Te dolió hijita ?

Yo : Sólo cuando metió la cabeza.

Mamá : Ahora, espera un ratito para que comience a moverse.

Papá : Hija, te ha gustado ?

Yo : Sí papá.

Papá : Tu novio era vergon ?

Yo : El primero si y con pena tuvimos que separarnos. Pero siempre nos vamos a querer. Por qué me lo preguntas ?

Papá : Por qué siento que alguien llegó antes que yo hasta donde yo estoy en éste momento y cualquiera no llega hasta ahí.

Ésas palabras me dieron mucha alegría, por qué sólo mi abuelo y ahora mi papá son los únicos que han llegado a lo más profundo de mi ser.

Mi papá comenzó a moverse y me pareció increíble que lo hiciera de la misma forma que mi abuelo me lo hacía. Comencé a seguirle el pasó y el me sonrió por saber llevarle el ritmo. 
Con mis piernas bien ...