Mi hijo el amor de mi vida - Relatos Eróticos

Mi hijo el amor de mi vida

Esto comenzó en el verano del 2023 cuando estando sola en la casa por las altas temperaturas del ambiente solo llevaba puesto un camisón transparente y sin ropa interior, me encontraba haciendo los deberes del hogar  cuando llego Abel mi único hijo ya casado a visitarme por el gusto de verlo y el ajetreo me olvide que casi me encontraba desnuda por la transpiración dicho camisón ya estaba adherido a mi cuerpo dejando bien marcadas mis tetas y lo negro de los pelos de la panocha resaltaban 
Abel al ver las condiciones en que me encontraba me menciono, madre esperas pelea porque estas como para comerte, trate de ocultar mis partes intimas con un brazo en la tetas y la otra mano tapando la panocha, Abel sonrió y me dijo ya que te tapas ya te vi hasta los pelos, hay hijo que pena como no espero a nadie me atreví a ponerme este camisón porque el calor me tiene agobiada, no quiero ser grosero contigo pero ya hiciste que se me pusiera dura, verga era lo que necesitaba después de estar cinco años sin coger, sin olvidar que el hombre que me estaba diciendo eso es mi hijo comencé a sentir cosquillas en la panocha y sin medir mis palabras le dije, hay cariño creo que estamos igual tu con la verga dura y yo con la panocha caliente
Eso tiene solución si quieres nos quitamos la calentura, te atreverías a cogerme le dije, yo sí y tú qué quieres, ya mi panocha echaba humo por lo caliente y diciéndole lo podemos intentar total nadie se va a enterar 
En mi recamara solo tuve que quitarme ...

... el camisón para quedar desnuda, al ver el tamaño de su verga me llene de emoción porque por primera vez iba a ser penetrada por una verdadera verga lo menciono porque la de mi difunto esposo apenas alcanzaba los 16 centímetros y la de Abel mide 22 centímetros, como es habitual para mí me empine sobre la cama y acompañe la entrada de la verga con un largo suspiro, me estremecía del placer que estaba sintiendo con la entrada de la verga hasta mordía las mantas y solo atinaba a decir, Abel, Abelito no te detengas métemela toda y así me enterró toda la verga, ya con los vaivenes o bombeos llego el orgasmo que tanto necesitaba fue tan grandioso que hasta los dedos de la pies se tensaron, siempre mencionamos nuestro orgasmos pero que siente el hombre cuando lo tienes a ellos también les resulta extraordinario saber que fueron capaces de provocártelo lo que los estimula a coger con más intensidad para saber cuántos orgasmos son capaces de robarte y tratan de durar el mayor tiempo que les sea posible
Eso le sucedió a mi niño metía y metía la verga llevándome a placeres inerrables, el tiempo corría y Abel  no se venía yo por el contrario continúe teniendo orgasmos cinco en total, nunca había tenido tantos orgasmos hasta que repentinamente me metió la verga hasta el fondo y ahí dejo salir toda la leche 
Con esa grandiosa metida de verga hasta me olvide del calor que me sofocaba, yo podría decir que me encontraba satisfecha pero Abel no así que me metió su linda verga otras dos veces ...