1. Mi Vecino


    Fecha: 27/12/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... yo pues me estremecí por el suelo frío pero al sentir como esa verga entraba como un torpedo al mar con una fuerza inmensa. No pude más que gemir y gritar más y más, era magnifica la forma en que mi cuerpo sentía esas sensaciones y él con sus manos en mis pechos y entrando y saliendo, luego de un momento de estar así él tomó mis piernas y las puso en sus hombros y así empezó a jalar mis caderas para entrar y salir con esa verga en mi vagina húmeda, así jugó con mis piernas poniéndolas de diferentes formas para hacerme gozar riquísimo, y venirme una vez tras otra vez, de hecho no llevé la cuenta de cuántas veces me vine, pero luego me dije ah mi vecinito me lo voy a coger hasta que ya no pueda más, así que me monté sobre él y con la verga bien metida me empecé a mover primero sentada sobre y haciéndome para atrás para que no alcanzara ese par de tetas que lo volvían loco, luego de un rato me acosté sobre él y entonces me movía con una desesperación bárbara y de repente paraba mis movimientos, eso lo hacía para que él me dijera que quería más, ver la pasión y la desesperación en sus ojos de que quería más, él me jalaba las nalgas como si no ...
    ... quisiera que me moviera y esto me excitaba más y más porque me costaba más trabajo moverme y me hacía gozar como no tienen una idea, luego de eso de esas corridas tan sabrosas y exquisitas, esa malvada forma de impedir que él se corriera, lo hicimos de perrito , ufff eso lo mató, el hecho de jalar mis tetas y moverse con una fuerza para meterlo y sacarlo y a la hora de meterlo hacerlos con unos golpes que me mataban , ay nada más de acordarme de esas corridas tan continuas , así de repente en un momento en que sentí como estaba a punto de correrse pensé que era el momento y dejé que se viniera que dejara caer todo ese semen en mi vagina, me acosté y lo tiré sobre mí para abrazarlo
    
    Y lo único que pude decirle fue oye vecino y ¿¿¿cómo te llamas??? él apenas podía respirar y estalló en una carcajada , diciéndome eres la mujer que más me has hecho gozar y no sabes cómo me llamo, yo poniendo cara de niña traviesa , esa que nos queda tan bien a las mujeres, lo besé en los labios de la manera más tierna y caliente y desesperada que no lo había hecho antes , él me dijo que pronto iba a amanecer que mejor se iba a su casa y luego hablábamos... 
«12»