orgia en el cine porno - Relatos Eróticos

orgia en el cine porno

En mi país aun existen cines para adultos a los que nunca había ingresado hasta el día que mi esposo me convenció a pesar de encontrarme a su lado sentía temor porque ya había escuchado que cuando entraba una mujer era víctima de una orgia peor yo no iba sola
Tomamos asiento a la mitad de una fila de butacas mi esposo al estar mirando las candentes escenas se calentó a tal grado que se saco la verga para que lo masturbara ya en ese momento nos encontrábamos rodeados de todo tipo de hombres, ya me encontraba sobando la verga de mi esposo cuando un tipo metió una mano por debajo de mi falda no dije nada solo mire a mi esposo que se percato del hecho y me congele con lo que me dijo, tranquila no hagas un escándalo porque todos podemos terminar presos, ya el tipo estaba hurgando en mi panocha tratando de moverla cuando un par de manos de atrás entraron por mi blusa y debajo del brassier dándoles pequeños apretones a los pezones aun con mis miedos los tocamientos me calentaron y le ayude al tipo que tocaba ni panocha quitándome la tanga y separe las piernas , con gran destreza movía los dedos que ya me había metido ya completamente fuera de control le dije que me chupara la panocha aun con la incomodidad se acomodo como pudo y comenzó a chupar mi panocha , la falda ya parecía un listón alrededor de mi cintura eso sucedía cuando otro tipo más audaz sobre su butaca me puso la verga en la boca la cual fui mamando y metiendo en mi boca el tipo se encontraba tan caliente que no duro mucho y lleno mi boca de leche la que lentamente fui tragando, minutos después tuve un orgasmo en la boca del tipo que chupaba mi panocha
Los descansa brazos de las butacas no son fijos así que movieron algunos para recostarme y uno a uno me fueron metiendo la verga en total fueron siete algunas vergas la disfrute y otras no tanto pero a todas les di por lo menos un orgasmo
Hubo reclamos de mi parte hacia mi esposo por su conducta pasiva reclamos que use para ocultar lo bien que lo había pasado